domingo, 26 de septiembre de 2010

JUAN LUIS GUERRA Y WISIN Y YANDEL


SE ROBAN EL SHOW EN PUERTO RICO
Como si fuera uno más entre la lista de artistas, el público se convirtió en la estrella que más brilló en el KQ Live Concert, la noche del sábado en el Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey.
Los espectadores gritaron, bailaron y cantaron en casi todos los números de Noel Schajris, Gilberto Santa Rosa, Juan Luis Guerra y Wisin & Yandel, sin menospreciar la atención brindada a Cultura Profética, Kany García, el novel bachatero Vicente García y la sorpresiva intervención de Franco “el Gorila” y Jowell & Randy.
En la pantalla  estuvo Alejandro,quien saludó con una cara tan inmóvil que parecía que se acababa de inyectar botox, y presentó al bachatero dominicano Vicente García. Traicionado por una voz temblorosa de nervios, García apareció en el escenario con una imagen que gritaba (figuradamente): “Romeo (Aventura) meets Bob Marley!” Su bachata, en efecto, integra elementos del reggae y el hip hop, según demostró en tres números cargados de sentimiento y una vocalización intachable. Esa calidad le mereció aplausos fuertes.
Gilberto Santa Rosa fue presentado por la cantante Ednita Nazario, la primera que agradeció formalmente por su apoyo a la emisora KQ 105, gestora de este evento.
Déjate querer fue la primera de las canciones que la audiencia se “comió” cual manjar. Además de bailar y uno que otro soneito, Santa Rosa se apoderó de los timbales en esta canción. La agarro bajando duplicó el sabor de su nítida orquesta.
“Siempre es una grata sensación cantar en la casa”, expresó el también vocalista romántico, faceta que destacó con su “artista favorita de esta generación”: Kany García.
La cantautora, quien celebraba su cumpleaños 29 esa noche, lo acompañó en Y tú y yo, pero el clímax sentimental llegó con Que alguien me diga, coreada en sus dos mitades: bolero y salsa.
De todos modos, nadie bailó tanto como con la voz de Juan Luis Guerra y su grupo 4:40, aparentemente los más esperados. El cantautor dominicano se quedó con el canto con su merengue La travesía, merecedora de uno de los gritos más ensordecedores de la noche. Presentado por su colega Juanes, Guerra pintó el Choliseo con su arcoiris tropical de ritmos, distribuido en Las avispas, su Bachata en Fukuoka y su  nueva guaracha La guagua.
Tanta fue la insistencia de la audiencia, dando con los pies en el piso, que Guerra tuvo que regresar a ofrecer una ñapa: el intenso merengue Como yo.
A las 11:03 de la noche, Desirée regresó a la tarima para entretener en lo que Wisin & Yandel se preparaban para hacer su entrada. Las expresiones de culequería que la audiencia había demostrado se multiplicaron por tres cuando Enrique Iglesias, en un vídeo, dio el aviso de que se acercaría la fuerza Abusadora de de este dúo de reguetón boricua.
Rodeados de pirotecnia violeta y precedidos por un vídeo que los anunciaba como los responsables de la evolución de la música latina, Wisin & Yandel cantaron en vivo ese hit radial ante cientos de celulares y cámaras listos para sacar fotos.
Un numeroso cuerpo de baile contribuyó a la fachada espectacular de su show, que no se libró de mínimos apoyos a base de pistas y gestos de seducción destinados a las “bellas boricuas”.
“Los Líderes” no tuvieron que pedir buyas para que la gente las hiciera durante Mírala bien, Acércate, Sexy movimiento y otros de sus números de exposición internacional.
Cuando todos pensaban que estaba a punto de acabarse el perreo, Wisin anunció a Franco “el Gorila”, ovacionado como un ídolo entre los espectadores más jóvenes.
“El Gorila” aportó la parte más dura del reguetón, con improvisaciones callejeras en el tema Pa’ lo oscuro, parte de un popurrí exento de tiraera. Pero ahí no acabaron las sorpresas: Jowell & Randy lograron que hasta las sillas se movieran con el beat que concurrieron en Loco y No te veo, entre otros éxitos.
Wisin & Yandel recuperaron el mando para “romantiquear” con su reciente sencillo Estoy enamorado e Irresistible, sin que se perdiera el dinamismo de su género.
En este segmento urbano, los micrófonos estuvieron alterados para que las voces se escucharan con efectos especiales.
De esa manera, el KQ Live Concert cerró las “llamas” iniciadas por el sandungueo, incineración rechazada por algunas personas mayores que empezaron a abandonar el Choliseo antes del fin del concierto, que se extendió por casi tres horas.(Primera Hora)

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NIURKA BAEZ,
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