Joseph Cáceres

 Ni relevos ni buenos abridores

Por Orlando Holguín

WILFRIDO

Nuestra inquietud por la música comenzó a muy temprana edad, allá  en La Vega  (claro en Sabaneta, un campo). Con apenas 10 años comenzamos a escuchar merengues y baladas. Hoy día escuchamos todo tipo de música, tanto así, que somos capaces de ligar a Guandulito con el tema “Morning has broken”, de Cat Steven, un hermoso himno al despertar de cada día;  y de escuchar el tema “Sin ti”, de Eladio Romero Santos, pasamos a oír “Feels so good”, de Chuck Mangione. 

Ya en la capital definitivamente (a los 15 años), tuvimos la oportunidad de trabajar en un lugar donde teníamos la música disponible el día entero. Era la época en que Radio Higo, Radio Fémina, Radio Mirador Stereo (después La Brava), Comercial y otras emisoras en FM, sólo colocaban música instrumental, hasta que Radio Universal (1978) rompe con esos esquemas, introduciendo la música popular (baladas) en frecuencia modulada. En el caso nuestro, el impacto fue tal, que amanecíamos escuchando a Universal en un pequeño radito.  También era la época en que Guillermo Henríquez estaba pegado con su Farándula en Santo Domingo, en Radio Antillas. Jamás no pasó por la mente que un día estaríamos en cabina junto a don Guillermo, uno de los hombres más influyentes en los medios en ese tiempo. Tuvimos juntos por unos siete años, lo que significa un orgullo para nuestro humilde curriculum. ¿Por qué esta larga introducción? Dentro de nuestra promiscuidad musical, si hay una música que disfrutamos al máximo es el merengue, y por eso tratamos el tema. Joseph, mencionó (a propósito de la queja de Rafa Rosario sobre los relevos) a algunos directores y líderes de orquesta que prácticamente se han pertrechado en sus proyectos, sin dejar que otros pasen.

Nosotros quisimos ampliar al respecto. Las orquestas merengueras de los 60’s y 70’s y muchas de los 80’s, estaban dirigidas por buenos músicos: Félix del Rosario, Rafael Solano, luego se agregó Wilfrido Vargas, a inicios de los 70’s y más tarde Cuco Valoy (pasó del son al merengue). No mencionamos a Johnny Ventura, porque no se le conoce esa gran notoriedad como músico de escuela. Si bien es cierto que algunos de ellos podían cantar (Solano, Wilfrido, Cuco), siempre dieron oportunidad a otros talentos.

Johnny Ventura, tuvo muy buenos intérpretes (Luis Sánchez, Luisito Martí, Fausto Rey, Anthony Ríos, Orlando Pen, Michel, y Robert del Castillo). Solano tuvo a Francis Santana, Rico López, y a Vinicio Franco. Félix del Rosario tuvo a Frank Cruz y a Macabí. Wilfrido Arranca con tres voces increíbles, para nosotros los tres mejores intérpretes que pudo tener una orquesta antes que llegara la diarrea de grupos musicales de los 80’s: Sandy Reyes, Vicente Pacheco y Víctor Wail (casi nada).

Pero bien, pasemos a los 80’s. Dioni Fernández fue una gran escuela de buenas voces merengueras: Charly Rodríguez, Sergio Vargas, Pablo Martínez, Diomedes y uno que ya se había graduado: Sandy Reyes, entre otros. En fin, no importaba que el líder de la orquesta cantara de manera aceptable (como es el caso de Ramón Orlando, quien al principio tuvo en el frente a Peter Cruz y a Fénix Ortiz), éste siempre procuraba tener otras voces al lado.

Ahora yo le pregunto a Rafa Rosario: ¿Cuáles son las grandes oportunidades que han dado las orquestas que hoy sobreviven? En el caso de Los Rosario, tuvo que crecer Rafely para darle chance a alguien (claro es de la familia), y el pobre Reynol cantó “Vivir en Nueva York” a “chepita” ¿A quién,  aparte de sus hermanos, Sergio Vargas le ha dado un chance? Y fue un chance a medias. ¿Permitirá el Torito que a su orquesta, dentro de unos cinco o diez años,  entre otro cantante para que, a medidas que él se vaya poniendo viejo, haya otra voz, aunque  él siga siendo dueño del negocio?

Peña Suazo cogió el mando vocal de su banda y nadie ha visto a otro cantando al frente. ¿Donde está el sustituto de Eddy Herrera en su orquesta, el de Ruby Pérez, etc.? Que conste, que hemos mencionado líderes de orquestas que, en su momento, casi todos recibieron oportunidades en otras agrupaciones, exceptuando el caso de los Rosario.

¿Sería un suicidio para estos líderes, darles chance a otros cantantes? En nuestro medio, el miedo a que otro brille es muy común y quizás sea visto como algo normal, pues como humanos estamos llenos de defectos, pero así, amigo Rafa,  es difícil que surjan los relevos.

Dueños del negocio como Wilfrido, Johnny y Solano, Félix del Rosario, Anibal Bravo, Cuco Valoy, Dioni Fernández y algunos más, sobrevivieron dando oportunidad a otros cantantes e intérpretes con más calidad vocal que ellos. El relevo no va a aparecer porque sí, pues aunque dicen que nunca es tarde si la dicha es buena,   pensamos que, en el caso del merengue tradicional, ya sí es tarde para ablandar habichuelas. Ojalá que estemos equivocados en ese sentido.