GUAYYYYY!

SE COLO UN TRAVESTI

Por Orlando Holguín

Recordamos el impacto que en los 80’s causaron los Creadores de Imágenes,  recibidos con beneplácito por algunos con preferencias homosexuales.

Desde nuestro punto de vista, estos muchachos encontraron una forma de liberar sus  inclinaciones sexuales (de salir del closet), las cuales no contaban con tantos “defensores”, como hoy día sucede.

CAROLINE TULA COSEY

Podríamos decir que esta manifestación “artística” fue el inicio en nuestro país del destape de muchos hombres homosexuales. Mientras esto sucedía, otros  (un poco más hacia adelante), recibimos con agrado los llamados Wet T-Shirt (t-shirt mojado). Mujeres vistiendo camisetas de tela muy fina, eran rociadas con agua, lo que hacía ver sus senos apetecibles. Cabe destacar que para esa época no existían los senos atiborrados de plástico y la pornografía no estaba tan a la orden del día como sucede hoy.

Cuando surgieron los Creadores de Imágenes, el travestismo en el país aún estaba en pañales. Fue la época en que apareció el SIDA, enfermedad que muchos pensaron que sólo atacaba a los gays, lo que ponía a algunos más “culebros” con el asunto de la homosexualidad. El tiempo ha avanzado, y con el asunto de los derechos de los homosexuales, de que todo está bien, de que todo es permitido y todas esas butifarras que nos han ido inculcando (con la ayuda de los medios de comunicación), la cosa va bien lejos.

Aclaramos que no nos oponemos (ni apoyamos) a que un hombre tenga preferencia sexual por un igual; tampoco a que una dama prefiera la delicadeza de una semejante al momento de satisfacer sus apetitos sexuales.

Ahora bien, no somos sexólogos, ni psicólogos, ni sociólogos (lo único que somos que termina en “ologo” es mercadólogo), es decir, no somos expertos en el análisis de la conducta sexual de las personas, pero estamos convencidos de que la naturaleza humana está bien definida, por lo que siempre nos opondremos (sin pretender ser moralistas consumados) a la bendita difusión a través de todos los medios de que todo está bien y nada está mal al momento de promover la unión, los besos, matrimonios y “muda” (amancebarse) entre dos personas de un mismo sexo.

Y nuestro desacuerdo no es porque vaya a hacernos daño a nosotros, pues nadie va a cambiar nuestra preferencia sexual a nuestra edad. Nuestra preocupación es por los que vienen subiendo, entre los que están los nuestros. Y esta es una preocupación propia de cualquier padre que tenga un mínimo de responsabilidad familiar.

ANDREIA ALBERTINI
(Caso Ronaldo)

El travestismo ha sido protagonistas de algunos escándalos desde hace algún tiempo. En una fiesta de jugadores de fútbol, le pasó a Ronaldo en Brazil con tres travestidos. Le ha pasado a otras estrellas de otros litorales. Se descubrió que Rogers Moore tuvo de protagonista a un transexual en la película de James Bond “For your eyes only” (Sólo para tus ojos, 1981), llamado Caroline Tula Cossey.

El último lío ocurrió en México en días pasados. La selección mexicana de fútbol hizo una fiesta con muchas chicas, pero alguien invitó también a un travesti, dizque sin saber que éste lo era. Se dice que algunos jugadores se dieron abrazos y cariñitos con el extraño (a) invitado, pero que otro estuvo con él en el baño del hotel y hubo hasta algún contacto sexual. Los participantes en el jolgorio dicen que se trató de un encuentro familia. ¿Y si era una reunión familiar, qué hacía allí esa persona que nadie sabía que era travesti?

 Aquí hay muchas historias y cuentos en las calles, donde se narra que a algunos hombres del patio les ha pasado que van a la intimidad con tremendas “hembrotas”, y después se dan cuenta que son travestis. Para prevenir estos tipos de accidentes, lo recomendable sería comenzar a tocar antes de llegar al matadero. ¿Y si uno, bajo los efectos de los tragos, después que esté en el lugar de los hechos, “no  quiere” darse cuenta que la mami no es mami, sino papi? Se especula que algunos, que han vivido esta experiencia, dizque terminan diciendo la frase (tú solo, yo solo, la soledad): “Bueno, ya estamos aquí, ¿qué se le va a hacer?” 

Mientras tanto, hay que cuidarse, sobre todo si usted es de los que participan en ese tipo de parrandas y batea sólo a la derecha, ya que, con todos estos recursos de que hoy disponen los travestis y homosexuales para parecer mujeres, cualquiera se confunde y termina sorprendido al encontrar en el entrepiernas que acaricia los “mellizos de Minnesota”, los de uno que vino al mundo como macho, varón masculino igual que uno y se viste de mujer para que la pesca se le haga más fácil. Claro, lo lamentable sería descubrir esto luego de haber manoseado y acariciado al espécimen, y quizás haberle dado varios besos de los mojaditos.