LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

EN EL FONDO, TRUJILLO BAILANDO MERENGUE EN MOCA

En una entrevista concedida a EL DÍA, el llamado ‘Negrito de Villa’ no se inmuta para decir que el merengue está destinado a desaparecer en este país si el Gobierno y sus exponentes no se unen y hacen una cruzada para salvarlo.

Vestido de negro y con su inseparable sombrero, que tapa por un momento su enorme cabellera, Sergio dice que uno de los males por los que el ritmo se encuentra en problemas es porque de todos los gobernantes que han pasado por el país solo a Rafael Leonidas Trujillo le gustaba  el contagioso merengue.

“No hay voluntad política para salvar el género. El último gobernante dominicano que creyó en los eventos artísticos donando recursos para los mismo  fue Trujillo,  los otros que han pasado son amigos de los artistas. A los presidentes dominicanos no les gusta el merengue, hasta hace poco tocar un mambo de piano en el Conservatorio  Nacional de Música era prohibido”, agregó Sergio.

El  artista de Villa Altagracia no solo critica la falta de apoyo, sino que da cinco sugerencias que deberían ponerse en marcha para detener lo que podría ser la desaparición del género.

Para Sergio Vargas lo primero es que Turismo debe entender que el merengue debe ser la  punta de lanza del país y Cultura   que éste es el principal activo con que cuenta la cultura nacional.

Fundar la Escuela Popular de Música para  que el relevo no llegue empírico, sino preparado de una escuela. Realizar las llamadas “zafras” que se hacen en Puerto Rico, que  no es más que  tocar en todas la graduaciones de las escuelas, liceos y colegios.

Dijo que el grupo peor congregado de esta sociedad es el artístico, que aún no ha podido “apandillarse” para formar una institución que vele por el bienestar de los artistas nacionales.

Siempre ha planteado la idea de crear un fondo y estaría dispuesto a aportar los primeros 100 mil pesos para ayudar a los artistas que hicieron sus aportes en las diferentes vertientes musicales y hoy no tienen nada, pero nadie le pone atención a eso, porque no han podido lograr unir esfuerzos. 

Le tenemos mucho aprecio a Sergio Vargas. Más de lo que muchos imaginan, pues le conocemos desde la primera vez que participó en el Festival de la Voz que el maestro Rafael Solano realizaba desde El Show del Mediodía, y cuya ronda final se hacía en el auditorio de Bellas Artes.

Eramos jurado de ese evento, junto con otros colegas de la época, al igual que músicos y figuras prominentes de la farándula.

Que nos perdone el amigo Sergio, pero tenemos que decirle que ese reclamo de que el gobierno es  quien tiene que rescatar el merengue es un disparate de marca mayor.

Las tendencias y preferencias artísticas y musicales, sobre todo las comerciales, no pueden ser pautadas por ningún gobierno.

SERGIO VARGAS

Pueden decretar que todas las emisoras de radio se dediquen a tocar solo merengue, y si la gente no quiere lo que se difunde, no hay manera de que ello pueda ayudar al género.

Cómo puede Sergio venir a ensalsar la figura de Trujillo como protector del merengue, por el hecho de que le gustaba y lo bailaba en sus parrandas y jumetas?.

Creo que Sergio se está metiendo en camisa de once varas, y se está yendo muy lejos en sus planteamientos.

El dictador Trujillo utilizó el merengue como medio de propaganda para exaltar su figura y su régimen. Por ahí andan las decenas de merengues del jefe, desde Salve Cristobal, Najayo, Seguiré a Caballo, como aquellos donde se ridiculizaba a las gestas patrióticas que vinieron desde fuera a combatir la tiranía.

Pienso que Sergio Vargas con ello quiere eludir la responsabilidad que le toca a los merengueros tradicionales, que después de que se  hicieron millonarios con la música, no han hecho lo necesario para sustentarla y mantenerla.

Ahora quiere que el gobierno les resuelva el problema.

Pero si a eso fuéramos, por qué el amigo Sergio, cuando fue diputado, no introdujo proyectos de leyes en favor del género y de sus exponentes, y se limitó a decir que era un diputado de Villa Altagracia, pueblo al que le debía la curul.

Muchos fueron los reclamos que se le hicieron al diputado de que impulsara leyes en favor de su sector y no lo hizo.

Ahora que no es diputado, el gobierno es el culpable...