Joseph Cáceres

No puede uno más que reírse cada vez que las autoridades hablan de que van a sacar de servicio los carros destartalados del transporte público, a los que aquí se les llama del concho. Pero concho!, van a seguir con lo mismo de siempre?. Cuántas veces no se ha dicho lo mismo, y lo que ha resultado es que las grandes inversiones que se han hecho para resolver el problema, se han quedado en los bolsillos de sindicalistas, funcionarios del gobierno y de gente que ha hecho zafra con los vehículos, minibuses y autobuses que han sido traídos dizque para modernizar el sistema?. Vean esto que anda circulando, sin luces traseras como parte de las miles de chatarra que andan por las calles de Santo Domingo. Y es tan original el humilde "padre de familia" que concha en el mismo, que sobre el tablero lleva un moderno y complicado bastón que le coloca en el guía para que no se lo roben. El bastón es tan moderno que cualquiera diría que vale más que el carro. Tremendo celo para que no se lo roben, porque él sabe que con este vehículo consigue de todo. Deberían darle una pela al ladrón sinverguenza que se robe ese anafe con ruedas.

Autos como este, Austin, pintados de azul, con la capota blanca, eran  los que circulaban por las calles de Santo Domingo ofreciendo el transporte público del llamado "concho". Unos carros ingleses muy resistentes y confiables. Pero, llegó el momento en que fue necesario reglamentarlos para que circularan  interdiario. Un día les tocaba a los de la capota blanca, y al día siguiente a los vehículos de capota roja.
Aunque el sistema era obsoleto, porque ese servicio debió ser dado por los autobuses, dejando a los carros solo como taxi, por lo menos el mismo estaba organizado. No habían las chatarras sin luces de hoy día, porque los choferes debían pasar una inspección. Parece mentira, pero en vez de avanzar en ese sentido hemos retrocedido, porque anteriormente el concho era mejor. Por más que se proclame que contamos con el metro, seguimos teniendo una "vaina" que se llaman los carros del concho, que son como los apagones, que nunca desaparecen....