TOREANDO CON VAKERO
A Vakeró le llegó su momento, no hay duda. Lo de “Que Mujer Chula” es el fenómeno musical del 2010
VAKERO |
Es de lo poco y escaso que realmente se ha pegado en la radio y fuera de la radio este año.
Un tema musical adaptado de una vieja bachata que, al ser arreglado y montado en la onda de la música urbana, en base a las fusiones y los elementos prevalecientes en este tiempo, ha posibilitado el efecto mágico de sintonizar con la gente.
La radio no cesa de tocar este tema, y lo mismo acontece en las discotecas, colmadones, en los aparatos de música de los carros.
Todo es “ay que mujer más chula” y Vakeró.
Los programas de televisión se desviven por tenerlo y presentarlo, y desde ya hay que decir que tiene un sitial bien ganado.
No hay dudas de que es uno de los grandes triunfadores de este año.
Ojalá que el Vakeró, (que literalmente es vaquero, aunque tenta la “K”, por un asunto de chulería de los nombres de este tiempo) sepa lidiar al peligroso toro que es la fama...
Es un toro difícil, que suele tumbar a quien lo monta.
La fama es un toro tan peligro, que tumbó al “Toro”.
No es de extrañar entonces, que el Vakeró, en vez de "toros", solo aparezca en la prensa metido en líos de amores con "vacas" y "becerras", como Yelitza Lora y Martha Heredia, que por lo visto están dispuestas a convertirse en la ''mujer chula"' de la que habla el tema que ha popularizado el intérprete de música urbana.
EL ARTE DE HACER ESPERAR AL CAMION DE LA BASURA
Y que bueno que Vakeró ha emergido a los primeros planos de popularidad en este año sin necesidad de recurrir a la vulgaridad, al doble sentido repugnante y ofensivo con el que algunos han pretendido llamar la atención e insertarse en el gusto de la gente.
Hombres y mujeres que como artistas no valen una guayaba podrida, que a falta de talento y de verdaderas condiciones, recurren al doble sentido soez, con lo cual no hacen más que poner de relieve su falta de moral y de principios, su condición de gente orillera y sin clase, destinada a solo aparecer en tarimas de “cars wash”, en bailecitos de patio y de poca monta.
No hay que explicar quienes son ellos ni "ellas", porque de antemano llegan desde el arrabal con su pernicioso código de barra impreso en las nalgas, para que todo el mundo los conozca.
Y algunos, con sobrada razón dirán, que lo del código de barra es mucho para ellos. Claro que sí, porque se trata de una tecnología de punta para clasificar y poner precio a la mercancia que va a los anaqueles de los centros de venta y de distribución.
Sólo que estamos en el camino del desarrollo digital y tecnológico, en el cual el país está dando pasos agigantados y la misma industria tiene la necesidad de clasificar e identificar sus desechos, para que no haya errores de esos que luego hacen necesario el apelar al “recall”.
El ayuntamiento todavía recoge la basura de manera rudimentaria, pero quién quita que el síndico “fuíkiti fuíkiti” de repente decida implementar un sistema donde los desperdicios deberán ser etiquetados en base a códigos de barra?.
Sobre todo en un gobierno donde el presidente de la República apuesta tanto a la tecnología de la información.
En tal sentido podemos decir que nos adelantaríamos al tiempo, pero tendríamos la ventaja de que ya algunos cantantes, hombres y mujeres, vendrían con su código de barra impreso en el trasero que los identifica como basura.
Dificil será que se escapen al camión de la basura, (como ahora lo hacen) cuando la recogida sea codificada.
Es un problema que hay que resolver con prontitud, porque la basura acumulada, que no se incinera ni se lleva al vertedero, se convierte en material contaminante.
VAKERO ME SIMPATIZA,VI SU PARTICIPACION EN EL PROGRAMA DE VICKIANA Y ME PARECIO UNA PERSONA CENTRADA,OJALA LOS HUMOS NO SE LE SUBAN A LA CABEZA.
ResponderEliminar