Cintas Comprometedoras
Hace poco las autoridades desmantelaron un centro dedicado al comercio “online” de pornografía en el que también se ofertaban prácticas sexuales con menores de edad.
En el allanamiento que se le hizo al extranjero que regenteaba el señalado centro fue decomisado abundante material pornográfico, consistente en películas y fotografías que se ofrecían a través de la internet.
El detalle que más llamó la atención de las autoridades y de quienes tuvieron acceso al referido material, fue la existencia de películas pornográficas, grabadas como se dice “ en vivo” de manera inconsulta a los clientes de un conocido motel de la capital.
Para hacer eso se valieron de cámaras ocultas, una en el techo y otra en los laterales, con la que capturaron abundante material de parejas sosteniendo relaciones en una cama ovalada, que las autoridades lograron determinar a que establecimiento pertenece.
Los chinos dueños del motel aseguran que ellos no se dedican a esa práctica y hasta ponen en duda que se trate de una de sus habitaciones.
Pero la cama y los muebles son igualitos a los que amueblan las habitaciones de ese motel.
Ese tipo de material que se graba de manera subrepticia a gente que ni cuenta se dá de que los están facturando es muy bien pagado por quienes manejan ese negocio, ya que hay enfermos sexuales que se excitan más con las películas de “amateurs” que no son actores porno profesionales.,
La denuncia de que hay moteles con cámaras ocultas tras los espejos y las lámparas del techo no es nueva.
Lo grande del caso es que ese material lo mandan para países de Europa, y hasta de Asia, donde tiene muy buena clientela.
Así que cuando viene usted a ver, hay gente del otro lado del mundo “gozando” también la “gozadera” que usted quizas se dió en algún momento en que estuvo de visita por la ciudad de los placeres.
Dice una amiga que está fuerte eso de que después de ella cuidarse tanto de que la vean, del otro lado del mundo exista gente que se esté divirtiendo mirándole la “rabandola”.
En el allanamiento que se le hizo al extranjero que regenteaba el señalado centro fue decomisado abundante material pornográfico, consistente en películas y fotografías que se ofrecían a través de la internet.
El detalle que más llamó la atención de las autoridades y de quienes tuvieron acceso al referido material, fue la existencia de películas pornográficas, grabadas como se dice “ en vivo” de manera inconsulta a los clientes de un conocido motel de la capital.
Para hacer eso se valieron de cámaras ocultas, una en el techo y otra en los laterales, con la que capturaron abundante material de parejas sosteniendo relaciones en una cama ovalada, que las autoridades lograron determinar a que establecimiento pertenece.
Los chinos dueños del motel aseguran que ellos no se dedican a esa práctica y hasta ponen en duda que se trate de una de sus habitaciones.
Pero la cama y los muebles son igualitos a los que amueblan las habitaciones de ese motel.
Ese tipo de material que se graba de manera subrepticia a gente que ni cuenta se dá de que los están facturando es muy bien pagado por quienes manejan ese negocio, ya que hay enfermos sexuales que se excitan más con las películas de “amateurs” que no son actores porno profesionales.,
La denuncia de que hay moteles con cámaras ocultas tras los espejos y las lámparas del techo no es nueva.
Lo grande del caso es que ese material lo mandan para países de Europa, y hasta de Asia, donde tiene muy buena clientela.
Así que cuando viene usted a ver, hay gente del otro lado del mundo “gozando” también la “gozadera” que usted quizas se dió en algún momento en que estuvo de visita por la ciudad de los placeres.
Dice una amiga que está fuerte eso de que después de ella cuidarse tanto de que la vean, del otro lado del mundo exista gente que se esté divirtiendo mirándole la “rabandola”.
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NIURKA BAEZ,
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