Joseph Cáceres

YOLANDA MARTINEZ

Yolanda Martínez, catalogada una vez como el rostro más bello de la televisión, legó con esta facha, disfrazada de Liza Minelli a una actividad de Maroon 5. Y ella cría que se la estaba "comiendo."

Y es que la gente piensa, lobita, que si va a una presentación de rockeros o reguetoneros tiene que disfrazarse de mamarracho, dizque para estar "en la onda".

Está bien que usted no se vaya al otro extremo, como Jerriy Legrand, que iba  vestido de traje inglés negro, con sombrero y bastón a la piscina del hotel Lina en pleno mediodía de un domingo, para llamar la atención, pero tampoco quiera pasarse de gracioso. Siendo usted mi lobita una mujer bella y fina no tiene que estar poniendose esos disparates.

Sería lo mismo que usted coja un Mercedes Benz, que es un carro "premiun", de clase, y lo llene de "firifollas", luces de neón, bombillitos que prenden y apagan como si fuera un árbol de navidad, rabos de zorro como los de las bicicletas de antes y le ponga un letrero que diga "Llegó  el Papi de Nilon", o "Llegó la Negra Pola", como tenía Cheché en su LTD negro que parecía una carroza funeraria. Ahí mismo le abarata la imagen al carro. Lo pone al nivel de un carrito Toyota Corolla del concho, o de un camión de los que traen plátanos de Barahona, que también están llenos de letreros con mensajes pestulantes o frases bíblicas.

No ombe no, Yolanda, tú eres una comunicadora muy seria y tienes un sitial muy bien ganado con los trabajos que haces, mami. Tú no necesitas eso. Déjale eso a la Diva o a Tania Báez, que a sus años están en el afán de llamar la atención a como dé lugar. Cuando no es con una nueva cirugía, se inventan una vaina.

Te lo dice tu zorrito, el que nunca te ha mentido, ni te ha fallado.