Joseph Cáceres

Berlusconi, “El Fiestú de la Bachata”

Por Orlando Holguín

Los europeos se podrían definir como la gran madre patria de todos los americanos, pues fueron ellos quienes sentaron las bases para poblar y desarrollar esta parte del planeta cuya existencia casi todos ignoraban, hace apenas unos 518 años.

Los europeos, tienen mucho que enseñarnos y junto a Estados Unidos, ven a América Latina como un conglomerado de habitantes desorganizados, corruptos, atascados en el subdesarrollo y con gobiernos incapaces de buscar salida a los principales problemas que agobian a la mayoría de los países del área.

TODA UNA OBRA DE ARTE...

De ellos tenemos mucho que aprender, pues son la cuna de la civilización y nos llevan unos cinco mil años de adelanto. Es el viejo continente, donde las artes, las ciencias y los avances del hombre dieron sus primeros pasos en casi todos los ámbitos.

La forma en que se conducen los gobiernos de Europa hoy día es admirable y lo que se conocía antes como la Comunidad Económica Europea, hoy UE (Unión Europea) comenzó a dar un giro trascendental, cuando en la década de los 80 aceptaron a la cenicienta económica de la región (España).

Estamos en el siglo 21, y si bien es cierto que la democracia en el continente no es perfecta, como nada humano lo es, en materia política y económica han logrado bastante luego de la caída del comunismo en 1989. Tanto han logrado, que hoy tienen una moneda común (aunque los fríos, apagados y altaneros ingleses siguen con su libra esterlina), pero sobre todo han aceptado la inclusión a la UE de naciones muy pobres, que no acaban de liberarse del atraso que les dejó la época de la Unión  

de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Todo lo anteriormente dicho, es para caer en lo siguiente: ¿Quién les iba a decir a los europeos que en pleno inicios del siglo 21, uno de sus países, uno de los 7G’s, iba a tener un jefe de gobierno de la estirpe de Silvio Berlusconi, que se ha convertido en una vergüenza y un hazmerreír? ¿Quién iba a pensar que Italia, con el más fastuoso e importante centro religioso del mundo, como lo es el Vaticano, situado en Roma, misma ciudad donde está el palacio del Presidente del Consejo de Ministro de Italia, iba a tener una ficha como Silvio Berlusconi?

Los que tanta cátedra de moral y ética nos dan, tienen al mismo demonio gobernando cerca de la casa del Papa, pues Berlusconi, un tipo capaz de arrancarle con los dientes la ropa interior  a una “dama”, dice muy campante que “Ni huyo ni dimito”.

Para Berlusconi la vida es una fiesta y pensará que para poder gobernar a uno de los países más poderosos del planeta, se necesita de fiestas, orgías  con chicas menores de edad, encuentros con “vagamundas” de alta experiencia, con prostitutas de alto quilate y bebentinas de apaga y vámonos.

MARYSTEL GARCIA POLANCO

Claro, entre las chicas no podían faltar par de dominicanas, y es lógico que sea así, pues nuestras mujeres están invadiendo el viejo continente desde principios de 1980, con el propósito de darles una mejor vida a sus familiares en base a mucho “sacrificio” corporal., aunque este no sea el caso de la modelo de Nagua.

Si Berlusconi quería canquiña, dio con la mujer ideal, una morena procedente de Nagua, un pueblo cuyas mujeres tienen fama de ser unas “diablas” en materia de amarrar a los hombres con su desempeño sexual. Eso dicen, pues nunca he tenido una naguera, pero sí  corre un dicho sobre Nagua que dice “entra si quiere y sal si puede”.

Sólo habría que determinar si Marystel García Polanco, además de tener la frente grande y la boca carnosa, tiene los dos dientes delanteros separados, pues de ser así de seguro que se podría oír a Berlusconi exclamar: ¡Renuncio, pero me quedo con esa morena, con esta “diablona”, que tiene todos los poderes!

Luego de este embrollo y de titubear para exigir a Berlusconi que se vaya, cosa que debió ocurrir hace tiempo, pues viene haciendo escándalos desde su primer turno en el poder y volvieron y lo eligieron, los europeos, con la economía tambaleándose, un Tony Blair cuestionado, una primera ministra casada con otra mujer, Grecia casi en quiebra, un Sarkosy que no pega una y algunos países al borde del colapso económico, deben mirarnos con ojos menos acusadores en materia de gobiernos, de administración pública y de decencia política. Claro, para tirarles la toalla, por lo menos allá no se va la luz.