Sólo el que vivió esa época en la capital, puede recrear a plenitud el dramatismo de un momento como éste de la fotografía, con la gente atrapada entre dos fuegos, tirada en el suelo, para no ser alcanzado por una de las balas de la refriega. El tableteo de las ametralladoras y las balas zumbando, durante 15 minutos, media hora, una hora. Eso era tiro y tiro, bombardeo de los aviones, incursión de tanques de guerra, explosiones de morteros y hasta cañones, humo, olor a pólvora, sangre, muerte. Eran tiempos para los valientes y los guapos, no para algunos "patriotas" de ahora, que oyen un tiro y se esconden debajo de la cama.
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al fondo veo un carrito de los desaparecidos helados Frigol.
ResponderEliminaren verdad momentos como este los debemos valorar mucho pues muchos dominicanos valientes perdieron sus vidas por defender nuestra soberanía.Lastima que nuestro pueblo sufre de amnesia colectiva.Que vivan los constitucionalistas.
ResponderEliminarUn caso referente a esto es que unos ancianos ex combatientes de la guerra de 65 tenían casi un mes en la explanada de la lotería nacional defendiendo el derecho de que se le pague su pensión y fueron desalojados como si fueran animales.Da Pena ver casos de desconsideracion como este, que dios nos ampare.