sábado, 23 de abril de 2011


Corrían los años ochenta, denominados los "años dorados" del merengue.
Francis estaba trabajando su turno en la radio, cuando recibió la  llamada teléfonica de del director de orquesta para invitarle a su gira por Miami.
Nada de extraño tenía que el popular merenguero lo  invitara a viajar con él. Era parte de las atenciones y relaciones públicas que se usaba en esos tiempos.
Francis era el director musical de una de las emisoras más populares de Santo Domingo, y de alguna forma el merenguero deseaba halagarlo. 
Ya en Miami,  alojados en el Hilton Miami Downtown, Francis se dispuso a disfrutar de las bondades de la ciudad, de su clima, ambiente, y de otras "sabrosuras"
El mismo viernes en que llegaron la orquesta tocó en una discoteca frecuentada por dominicanos, puertorriqueños y colombianos.
Al día siguiente amenizaron un baile en Haileah y  para el domingo tenía el compromiso de actuar en un concierto abierto en Bayside, en el Bayfront Park, donde también actuaría el Gran Combo de Rico.
Una jornada intensa y movida, pero había que sacar tiempo para la diversión y el entretenimiento.
Siendo tan popular en Miami, al merenguero no le sería difícil conseguir una buena "liga" para divertirse y vacilar, como es habitual en los músicos cuando viajan a cualquier parte. Además, había que poner a Francis en "salsa" en ese viaje, porque tampoco "somos locos" ni "santos".
No resultó difícil conseguir dos amigas cubanas, admiradoras del artista, con las cuales iniciaron una divertida tanda, pues Miami es proverbial en mujeres de todo tipo.
En la repartición hubo una chica para Francis y otra para el merenguero.
Y, como estaban en jangueo, decidieron compartir la experiencia en la misma habitación del anfitrión.
Así podían cherchar, relajar, conversar, bromear y divertirse en grande.
El "happy hours" del "dos para dos" se comenzó a dar en grande.
Francis, en medio del éxtasis, solo pensaba en lo buena que era la vida.... sin problemas, en un encuentro paradisíaco con tremenda hembra. Sin pensar en  la emisora, sin apagones, políticos, falta de agua, lambones, ni cueritos baratos del malecón. !Eso era vida!
Estaba en la gloria con la fogosa la cubana que le había tocado, pensando en cómo estaría su  amigo Enrique Fernández  en Santo Domingo.. "ay mi Dios, si él supiera". pensaba....
Todo fabuloso, hasta que se le ocurrió mirar a la cama de al lado, donde estaba el merenguero entregado "al pecado" con la otra cubana. !El diablo!
La mirada indiscreta hacia allí, le permitió en ese momento  conocer por qué a su amigo le apodan "El Caballo".

7 comentarios:

  1. JAJAJAJAJAmuy buena esa, buen final a la historia. Oye capullo es hijo mio el negrito?

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  2. oyeeee que rico mami.iiiiina mami, que ina na china ventura

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  3. en una ocacion me dijo una amiga periodista gue ese merengero le decian asi por el brasito de nino gue tiene gue por donde el y jimmy pasaran no habia nada gue buscar...en una ocacion pero en ciudades diferentes,compartian con unas amigas y el atento a chiste le tocaron 2 alos de mas una a cada uno y el jimmy como chelo,el error de el fue vajarse los pantalones y cuando esas damas vieron aguello solo se escucho decir tu le vas a dar con eso a tu madre

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  4. me encantan esas historias

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  5. Soy mujer y me gustan los hombres bien inteligentes pero que sean BIEEEN BURROS de la cintura para abajo.

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  6. Francis Moya? jajaja

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NIURKA BAEZ,
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