Joseph Cáceres

El insufrible show de Carlos Sánchez

Parecería que alguien se ríe de los chistes de Carlos Sánchez.
Pero qué va, eso que está en el fondo es un afiche.

Después de ver a Carlos Sánchez en su show de humor durante el almuerzo que ofreció la compañía telefónica Alcatel para presentar su nuevo teléfono "Onetouch" con prestaciones similares al mejor de los Blackberry, pero a precios mucho más reducido, reafirmo mi comentario en torno al humorista Aquiles Correa.

Señores, sin ánimo de  hacer comparaciones, Correa es una estrella delante de Sánchez.

Había escuchado muchas críticas en su contra por su humor " tan desabrío" como dice la gente, pero no pensaba que el asunto era tan penoso y hasta patológico.

Alrededor de 40 minutos haciendo chistes sin hacer reir a la gente, antes de servir el almuerzo. No le valió hacer acopio de chistes ya "requetequemados" en la Internet, o que uno viene escuchando a manera de cuentos desde que era chiquito.

Dios mío, pero esto no puede ser!, exclamé en la mesa en que estaba, sin importarme que otras personas que estaban allí me escucharan.

Como la gente no reía, decía que luego, cuando lo entendieran, se iban reir. Pero nunca hubo risa...a no ser la de alguien nervioso, esperando que terminara para "abrocharse" la comida.

Insufrible en ese estilo flemático, insípido, apagado, que algunos quieren hacer pasar como un humor de estilo muy fino, pero que se resume con la expresión de que estaba "falto de sopita", como dice Ñonguito en El Mismo Golpe Con Jochy.

Y no lo quieran justificar diciendo que uno no entiende sus chistes porque son "muy finos", o que no tienemos cultura de ese tipo de humor, porque estoy harto de ver shows de Stand-up Comedy en bares y teatros de Nueva York, Miami, Los Angeles y hasta en París, además de que como saben, soy de teatro y tengo dominio de las técnicas de actuación y  monólogos al más alto nivel, por si acaso.

Sencillamente fue algo traumático ver a Carlos Sánchez con sus chistes de Pepito, de borrachos, de curas y de la esposa.

Para colmo, ni siquiera respetó el hecho que se trataba de un almuerzo, para hablar de cucarachas, náuseas, problemas intestinales que requieren de ir al sanitario, etc.

Ese es el humor fino?. Por Dios!. Aquiles Correa viene de un barrio como el de Villa Consuelo, donde hay muchos "tigueres" y se vale de todo.

Sin embargo, como ya les dije, nos sorprendió gratamente con un show chispeante, ágil, ligero, ingenioso, con chistes novedosos sin emplear recursos desagradables en El Bueno, El Malo y El Feo.

Le "salió el barrio", pero bien limpio, decente y bien llevado, sin tener que etiquetarse de "fino".

Aunque ojalá no se dañe!.

Lo mismo no podemos decir de Carlos Sánchez, porque él es "muy fino".

Tan fino, que pasó por desapercibo con su show de humor en el almuerzo de Onetouch Alcatel.