ELECCIONES EN ACROARTE

Acroarte: Un atrevimiento inaceptable en la campaña


Por José Tejada Gómez 


 

En los últimos días un sector de mis adversarios en la contienda en la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), desesperados por el avance de nuestra candidatura, han tomado un camino pedregoso, como es el de insinuar cuestionamientos de tipo moral y ético hacia mi persona, lo cual no he hecho con ningunos de ellos.

La más peregrina de esas afirmaciones la hizo una joven cronista de Nueva York que en un acto de desesperación, entiendo yo, se atrevió a afirmar sobre mi eventual elección como presidente de Acroarte: “Si fuera en política, estaríamos hablando de puerta a la corrupción”.

Ya alguien desde Santiago puso en tela de juicio mis intenciones, tomando de pretexto la asistencia de un cronista que hoy no es miembro de Acroarte al exitoso acto de apoyo en la capital y que me apoya en mis propósitos en este proceso. Lo peor es que esa persona me conoce bien, pero un asunto electoral –coyuntural- lo ha llevado a un pretencioso e inmerecido embarre de mi imagen.

Otros han resaltado en sus escritos las dotes morales del colega, y adversario ahora, Máximo Jiménez, muy bien ganadas por cierto, y la cual jamás yo empañaría, pero pretendiendo denigrar las mías. A ese recurso no recurriré, ni nadie puede utilizarlo en nombre de mi causa.

En el tiempo que llevo en esta campaña no he hecho una insinuación personal en contra de mis adversarios, en la que cuestione su trayectoria personal, menos de tipo moral y ética. He promovido un plan y he expuesto mis ideas de manera franca y de cara a todo el mundo, sin ofensas ni agravios.

Tengo toda una hoja de vida personal, profesional y gremial reconocida por la sociedad dominicana que desdice de esas pretensiones. Y ese reconocimiento se expresa dentro y fuera del medio artístico, expresando su simpatía por mi candidatura. Me parece que es un atrevimiento pretender denigrar mis condiciones morales, como se viene orquestando, a tal punto que alguien haya concluido, sobre la inminente elección mía en Acroarte en que “estaríamos hablando de puerta a la corrupción”.

Todo esto ocurre en medio de preocupaciones de la gran mayoría de acroartistas por el tono que ha tomado la campaña en los últimos días, en especial, observo yo, luego del apoyo mayoritario que recibiéramos en Miami, Nueva York, Bonao y en la capital.

Pese a esos desaguisados, yo y quienes me apoyan, vamos a seguir el camino de promover una propuesta respetuosa hacia Acroarte y su membresía, comenzando por quienes coyunturalmente nos adversan, pues no debemos descender a la bajeza, a la miseria humana, para lograr propósitos que a la postres podrían ser una derrota para todos.

En Acroarte hay una contienda de amigos, periodistas todos, con visiones distintas de ver el presente y el futuro de esa entidad, en la que solo deben de exponerse los planes y las ideas, desechando los insultos e insinuaciones maliciosas contra la persona.

Es mi mensaje sincero y espero que quienes han emprendido el plan por ese sendero no concluyan en que mi actitud obedece al temor a que se ventile mi conducta de manera pública, pues esta siempre ha estado expuesta, es bien conocida en los gremios periodísticos dominicanos y en las redacciones de los medios de comunicación.

No practico un doble discurso, no tengo ningún propósito en esta campaña que no sea exponer los planes para engrandecer a Acroarte, como ya lo he hecho. El canibalismo no es filosofía mía en la lucha gremial, en la que solo he acumulado admiración y respeto.

Yo no abogo por confrontaciones insensatas, yo soy un abanderado de la armonía y la unidad de Acroarte, para que una vez pase este proceso nos podamos reunir como lo que hemos sido: compañeros de siempre.///