martes, 3 de mayo de 2011




En una ocasión en pleno apogeo de su carrera, un cantante sobrino del presidente  Joaquín Balaguer, se quiso presentar en un concierto en el night club Lafuente del Hotel Jaragua, él solo.
Se le dijo que se trataba de una iniciativa muy riesgosa, pero él no le hizo caso a nadie
El público no respaldó la presentación, y el cantante, al final de su actuación, todo iracundo, maldijo a los que no fueron y de paso largó un tiro para arriba en la puerta del teatro.
Todavía está el hoyito del impacto de la bala en la puerta del teatro, como recuerdo de aquello triste noche de "vaqueros".

El tiro mejor fue el de Corporán, en el Piano Bar D'kalaf....Era que en esos años se jugaba mucho a los vaqueros...

En los años noventa y 2000 los nombres de las empresas de espectáculos y los sellos disqueros procuraban su nomenclatura en inglés. Por ejemplo R&R Music, Raphy D' Oleo Enterprises, Luis Medrano Entertainment, Caminante Records, Paramusic

Antes de esos usaban nombres chocantes, por ejemplo: Discos  Gordos S.A., (donde estaba Rubén Darío Aponte), o Calvos S.A. con Freddy Abreu. De igual manera existía El Club de los Monos, con Johnny Ventura, Tito Campusano, Rafael Corporán, Raphy Cruz y El Gato.

Los personajes femeninos de los setenta y ochenta eran Madame Chuchú, en Santo Domingo, y la China Ventura en Nueva York.

Hoy son prósperos empresarios y cantantes, pero en el pasado, Felix Cabrera distribuía afiches (flyers)  él mismo de sus espectáculos  en la calle, y lo mismo hacía Marc Anthony en la puerta del Madison Square Garden, cuando Raphy Mercado presentaba el Festival de la Salsa. Bienvenido  Rodríguez distribuía discos de 45 RPM en los vendedores de la Duarte. Luego  montó su primera tienda en un garaje de lavar carros en una estación de gasolina que había en la Teniente Amado García Guerrero con Avenida Duarte. La misma era atendida por Fabiola, la madre de sus hijos, de la cual se divorció para luego casarse con la española Isabel.

Cuando Juan Luis Guerra estaba "en olla", se le buscaba como  músico de estudio tocando la guitarra en grabaciones de diferentes cantantes y por ello aparece en los créditos de los discos viejos de muchos artistas.

Juan Luis ahora tiene un estudio de grabación en su casa, y en el patio una cancha de basquervol, en la que juega con sus amigos e invitados, entre ellos algunos artistas internacionales.

En la época de La Guerra de las Papeletas y en pleno auge del merengue, Alex Bueno y Carlos David recibieron sendos BMW del año, línea de vehículos que distribuía Leonel Almonte de Rahintel. Hoy día a los artistas no les dan ni un par de patines....

PEKY
Cuando Peky Romero era manager de Toño Rosario, cometió el error de comprar una Jeepeta de lujo y le regaló un todoterreno a su mujer. Eso ocasionó que Toño se molestara, porque era hasta cierto punto una afrenta que su manager hiciera un despliegue tan ostentoso, lo que se podía interpretar que le estaba echando guararé al patrón. Por ello, en una ocasión en que tenía que tocar un baile en Santiago, Toño se fue en su jeepeta, y quiso que otra jeepeta que tenía también le acompañara viajando detrás de él. Le dió un dos por uno a su manager, en una especie de "happy hours".... pa' que no invente.

Cuando Frank Sinatra vino al país al anfiteatro de Altos de Chavón, le tocó a Yaki Núñez ser el presentador. A los periodistas que entraron al camerino les llamó la atención que al comunicador le maquillaron los párpados  los bordes de las pestallas con rymer lo que le hacía lucir muy extraño. Todavía no se usaban los maquillajes en los ojos que luego se pusieron de moda en músicos como Jorge Solano, quien en una sesión fotográfica aparece así maquillado.

El denominado Rey del Merengue es un artista en el fondo muy violento. En una ocasión caminando por la calle El  Conde le relajaron  porque usaba un peluquín para cubrir su calvicie, y le cayó detrás al que lo relajó y le dio un "trompón". Por ello le pusieron una querella y fue muy sazonado por  la prensa de la época.


1 comentario:

  1. Joseph, dejaste el duelo de Marcos de Còrdova y Josè Manuel Fuentevilla en el Rancho La Campana de la 27 de febrero

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