Joseph Cáceres

¿Qué Luismi ahora es humilde? Ja, ja, ja, ja

Por Orlando Holguín

El dominicano se traga todos los cuentos. Claro, como indios que somos, nos siguen vendiendo espejitos, sólo que antes nos los vendían los españoles, ahora nos los venden cualquier individuo cuya condición única es que huela a extranjero.

Cada vez que hemos escrito sobre Luis Miguel, hemos estado más cerca de la verdad que de la especulación o las suposiciones. Dijimos en una ocasión que es un artista medianamente bueno, pero que lo han engrandecido de manera exhorbitante, hasta tal punto que el hombre se cree un ser de otro mundo e inclusive un bárbaro en Nueva York lo declaró como el artista del siglo.

Symon Díaz, que es un empresario que demuestra sabérselas todas, dizque habilitó el Estadio Quisqueya sólo para 15 mil personas, es decir, Symon y los patrocinadores no querían vender muchas entradas, cosa pocas veces vista, pues a mayor cantidad de personas en el show, mayores son las ganancias.

A nuestro entender, lo que sucedió es que el empresario sabía que si habría un espacio para una 35 o 40 mil expectadores y asistían ocho o nueve mil, como ocurrió, según calculan algunos, esto la gente lo iba a percibir como un soberano “guayón” y hay que recordar la competencia existente entre SD y George Nader, de quien hace ver al otro más pequeño.

Por otra parte, el dominicano, como consumidor nunca va a aprender a darse cuenta cuando le están metiendo una guayaba.  Comentamos en otro artículo que una área es VIP y punto, pero sucede que aquí los empresarios artísticos te la dividen en 20 pedazos.  La dividen en filas, en colores, en número ordinales, cardinales, en números pares, impares y quien sabe si hasta en romanos. Pero los indios dominicanos de verdad creen que recibieron un trato VIP. 

Pero bien, lo que más llama la atención de todo esto es que ahora dizque se descubre que Luismi es humilde. La humildad se basa en que, según la prensa, el hombre es otro, pues hasta saludó al público. ¡Oh, Dios!, abrió la boca para decirles algo a los dominicanos, y nosotros, que somos un manojo de idiotas, ya nos tragamos la historia de que el hombre es uno nuevo.

Pero nada de eso nos convence. No es verdad que Luis Miguel se despertó un día, se paró frente al espejo y se dijo: “Luismi, a veces eres tan petulante que repugna. Así es, cuate, que vamos a ver si te bajas un poco”. Nada de eso. Lo que sucede no es que se le hayan bajado los humos por sí solos, es que se los han hecho bajar.

No se fijan ustedes como el nombre de este artista ha brillado por su ausencia en las grandes premIaciones en los últimos años, y los premios se los han llevado figuras tales como Juanes, Alejandro Sanz, Enrique Iglesias, Juan Luis Guerra, Shakira y otros. Señálenme una sola canción de El Sol que en los últimos años haya sido un super éxito, un himno continental, que por cierto tienen muy pocas que lo hayan sido.

¿De qué humildad me están hablando?. ¿Dónde estuvo la rueda de prensa? .¿Dónde está la visita a un lugar específico, que no sea el suntuoso Cap Cana o  el exclusivo Casa de Campo? .¿Dónde está su compartir con la gente común?. ¿Dónde estuvo  firmando autográfos y dejándose tocar por un inmundo, mugriento y humano fan? .

Todos los artistas, por grandes que sean, han hecho un dúo. ¿Dónde está el feacturing que ha hecho Luis Miguel con algún artista colega de la época?. Ojalá que cuando quiera venir a hacerlo con un terrícola no sea con el fin de sacar provecho para sí mismo.

En cuando al show, que no me vengan con el cuento de que el cantó las canciones nuevas, pues la gente siempre espera que un artista interprete las canciones que han tenido más pegada, y para colmo, las  nuevas de Luis Miguel no han sido la gran cosa.

A eso sume que, según dicen, pues yo no estaba ahí, el tipo llegó tarde y el show fue muy corto. Lo que pasa es que muchos artistas vienen aquí a burlarse de nosotros, cobrando más dinero que en otras plazas de mayor categoría. Pero más de ahí debe pasarnos, por zoquetes, pendejos y lamboncitos que somos.