Joseph Cáceres

Qué leones, los del Banco Leon!

Soy cliente de diferentes instituciones bancarias, algunas de ellas desde hace más de 30 años

Una amiga muy apreciada, ejecutiva del Banco Leon, propiedad del grupo Leon Jimenes,  ha querido siempre que haga negocios con ellos, pues en materia de captar clientes se trata de una institución que se maneja  con facilidades y atenciones superiores a otras entidades.

Por ejemplo, la tarjeta de crédito es gratuita, no te cobran por la afiliación y te dan un 5% de descuento en las compras a los negocios del grupo Ramos.

Tan diferente a la gente del Citibank, el banco más caro y exigente que había aquí, que terminó "dejando el limpio porque nadie los aguantaba en su creencia de que eran "la última Cocacola en el desierto".

No es gran cosa que con la tarjeta Oro del banco Leon te rebajen un 5%, para alguien que no depende de esas rebajas, pero algo es algo, dijo yo.

No pedí esa tarjeta y  me aprobaron una que me llevaron a mi casa sin yo necesitarla.

Claro, habían analizado mi historial crediticio en Cicla, y por ello se empeñaban en tenerme como uno de sus tarjetahabientes.

La quise rechazar porque nada se hace teniendo tantas tarjetas de credito, pero al final dije, bueno, si no hay que pagar membresía, porque es gratis, y encima de eso  en las compras del Super Pola, La Sirena, Multicentro te dan un 5% de descuento, que más dá tenerla. Así que la cogí.

Sin embargo, de inmediato  ví que tienen el problema de que no son eficientes en el envío mensual del estado de cuenta como hacen las demás entidades financieras.

Siemre es bueno que a uno le llegue a tiempo ese estado, pero con la gente de Banco Leon no valen ni las quejas.

Te prometen resolver el problema, pero no hay manera de que lo hagan.

En lo que ellos me demostraron que son grandes, es en su telemercadeo , vuelvo y digo. Una chica de esas que dan "muela" deseaba que aparte de la tarjeta de crédito, abriera una cuenta corriente o de ahorros.

Me insistió tanto, que aproveché una ocasíon en que me encontraba  haciendo una transacción en la oficina principal del banco en la JF. Kennedy para abrir una cuenta de ahorros, de manera que a través de la misma, pudiera pagar los consumos de la tarjeta, vía internet, sin tener que ir a una casilla. tal y como hago con las tarjetas de otros bancos.

Ay papá!.La chica que me estaba tomando los datos llenando la planilla  comenzó a hacer unas preguntas insólitas, inauditas, como si al abrir una cuenta donde iba depositar dinero, me estuviera ella y rl banco haciendo un gran favor.

Oigan esto, me estaba pidiendo nombres y teléfonos de gente que pudieran dar referencia de mí, como si se tratara de un desconocido.

Una entidad que me había otorgado una tarjeta de crédito "oro", con un elevado márgen de consumo, pidiendo nombre de gente que dieran referencia de mí, en un negocio donde en vez de yo deverles a ellos, me iban ellos a  deber a mí al guardar mi dinero.

"Son requisitos del banco", me dijo la chica cuando le reclamé.

Que ningún teórico ni sabihondo me venga a hablar de que en Estados Unidos hay muchos requisitos del dinero que se deposita y maneja en bancos, porque eso lo sé desde hace tiempo, pues incluso tenemos cuenta en entidades de allá.

A lo que me refiero es a la incongruencia de los bancos de aquí que actúan como si fueran unos perdonavidas con el dinero que tú le depositas y al que ellos le sacan grandes beneficios. Te cobran hasta por eso, cuando debería ser lo contrario.

Si me das una tarjeta de crédito sin yo pedirtela, con un monto de consumo elevado,  por qué si voy a depositar en ahorros  tengo que someterme a un proceso de depuración como si no me conocieran?.

Vuelvo y digo que no me venga nadie con explicaciones pendejas, porque de bancos creo saber bastante.

En estos días me llamaron del BHD y me dijeron que tenía un préstamo aprobado por 600 mil pesos, que podía usar cuando quisiera.

-Con qué tasa?- le pregunté.

-Solo un doce por ciento de interés!- me dijo el agente.

-Si, pero me dicen eso para que yo caiga en el gancho y coja esos cuartos. Luego me disparan la tasa, como me hizo una vez el DBI que le cogí un préstamo para un financiamiento de un vehículo al 18 por ciento de interés, y cuando viene a ver  me la habían subido al 30 por ciento. Pagué el precio del vehículo como cuatro veces por no decir cinco.

Cuando escuché el "click" del cierre del teléfono, me di cuenta de que "le di en la madre" al promotor del préstamo fácil. Salió huyendo...

Luego les hablaré de otras experiencias del BHD, el Reservas, Citibank, Bancoamérica, el Popular, Vimenca, y otras instituciones financieras, donde vuelvo y les digo, he tenido cuentas y he hecho negocios, donde siempre ha sido un cliente preferencial, que se ha manejado con cierta distinción, pero ello no me impide que les pase el "cedazo" del control de calidad.