Joseph Cáceres

Cocinando preguntas clichés en la paila de los periodistas enganchados

Los periodistas y  los entrevistadores que no tienen nada que preguntar por lo regular  caen siempre en los mismos clichés.

Uno de los más recurrentes es preguntar a los artistas extranjeros que si le gustaría grabar merengue o bachata. O si no, que si le gustaría grabar con Juan Luis Guerra.

Y claro está, al artista, en tierra extraña, no le queda más remedio y salida que decir que si, que le gustaría. Cómo van a decir lo contrario?.

También suelen preguntar que si le gustaría grabar con Juan Luis o con el inefable Omega, como se hizo Natalia Jiménez.

De inmediato eso genera un titular y una nota del equipo de prensa del programa donde se hizo la entrevista, como esa de que Natalia quiere grabar con Omega.

Respondió que si, no porque ella conozca a Omega ni le interese el mambo de la calle, sino que  lo hizo de manera espontánea, sino como una cortesía.

Los lectores de nuestra página lo dijeron claro. Esos anuncios se hacen a cada momento y nunca se materializan.

Todo se reduce a una expresión para salir del paso.

En el pasado la pregunta cliché setentosa era "qué opinas de la canción de protesta", que estaba de moda en esos años.

Luego, en los ochenta, la pregunta basura era aquella de "que oipinas de la liberación fenenina?". No se quedaba en ninguna rueda de prensa.

El Villano también recuerda otra pregunta cliché: "Qué opina  usted de Santo Domingo? .

No habían bajado bien del avión y ya había uno preguntando qué le parecía el país, sin haberlo visto.

El que se la puso en la China  a los preguntones desfasados cuando le preguntaron eso fue José Feliciano.  Un periodista le preguntó que le parecía Santo Domingo y el cantante no vidente le dijo:

-Oh, me encanta.Tienen un malecón lindísimo, y unas mujeres muy hermosas. Me encanta sobre todo el azul del mar que ustedes tienen.

Todo el mundo se quedó perplejo, porque Feliciano no ve. Pero vainero como él solo.

Tanto es así que es un ciego que relaja con su situación, pues en un show del antiguo hotel Sheraton dijo que el único problema que tenías con el entonces presidente Balaguer era que no se "podían ver".

Imaginense, los dos estaban ciegos...