domingo, 3 de julio de 2011

LECTURAS DOMINICALES

Los malos hábitos te destruyen
Sigues haciendo lo mismo aunque sientes que te hace daño y no te ayuda a lograr tus metas. Repites esa conducta automáticamente. Sientes que te encuentras en una calle sin salida y no sabes cómo salir de ella. Los responsables de esta conducta son tus hábitos.
Un hábito es un comportamiento que continuamos repitiendo y que eventualmente se convierte en algo automático. Todos somos criaturas de hábitos. Usualmente tomamos el mismo camino para ir a trabajar y el mismo para llegar a nuestras casas, nos lavamos la boca de la misma manera y nos acostamos en el mismo lado de la cama.
Muchas veces nos repetimos que queremos cambiar y dejar el mal hábito que nos aprisiona. Al no poder lograrlo nos culpamos por ello. Los malos hábitos nos llevan a malas decisiones y éstas conducen a las malas consecuencias. Hay que recordar que un mal hábito puede convertirse en adicción, por ejemplo fumar, beber, comprar desmedidamente, juegos viciosamente, entre otros. Para salir de una adicción es necesario buscar ayuda de un profesional experto en adicciones.
La buena noticia es que podemos cambiar nuestros malos hábitos y para lograrlo tienes que tomar decisiones diferentes. Como dijo Albert Einstein: "No podemos resolver los problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos".
Digamos que quieres obtener tu libertad financiera, ¿no te hace sentido que ahorres por lo menos el 10% de tu sueldo? El hábito de ahorrar nos lleva a la independencia económica, sin embargo, nuestros malos hábitos nos lo impiden y siempre buscamos excusas para no ahorrar: no gano lo suficiente, el dinero no da para nada, las cosas están malas"y sigue la cadena interminable de pretextos para no guardar ni siquiera $5 mensuales (que es menos de lo que gastas en el mal hábito de fumar o de beber). Para cambiar un mal hábito hace falta tu determinación y mucha paciencia.
Prepara una estrategia de cambio:
1. Identifica el mal hábito que quieres cambiar.
2. Define los buenos hábitos que quieres cultivar. Usualmente es lo contrario de lo que estás haciendo.
3. Haz una lista diaria de todo lo bueno que has hecho en el día y que te ha funcionado. Si ya funcionó una vez, puedes volver a repetirlo.
4. Lee biografías o autobiografías que te inspiren y te lleven a la acción.
5. Sé agradecido(a). La energía del agradecimiento es una de las más altas. Piensa en todas las bendiciones que posees: un sitio donde vivir, una cama donde dormir, luz, agua.
6. Pon tu mejor esfuerzo en lograr metas a corto plazo: un día a la vez.
7. En el medio de un papel traza una línea vertical y en la columna de la izquierda haz una lista de lo que sucedería si no cambias tu mal hábito. En la columna de la derecha escribe los beneficios que obtendrás al cambiar tu conducta destructiva.
Los malos hábitos te pueden llevar a la destrucción de tu vida. Los buenos hábitos te pueden llevar al éxito. ¿Cuáles deseas desarrollar? Recuerda que nada va a cambiar hasta que tú cambies.(Ma Pren Bhama/El Nuevo Dia)
La autora es coach de vida certificada. 

2 comentarios:

  1. Como siempre,Joseph Caceres,es único.
    esos malos hábitos se corrigen en el
    ceno del hogar.Muchas personas,
    presumen de profesionales, y son más
    animales que cualquier cuadrúpedo.-

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  2. Quiera Dios, que se una a Papa;la
    patria necesita librarse de estas gentes,que han hundido al País.
    ¡Que viva la Patria!

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NIURKA BAEZ,
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