PUBLICADA EN EL PERIODICO EL NACIONAL

ARTE NACIONAL

Por Joseph Cáceres

josephcáceres89@gmail.com

Refugiados en la fe

Un fenómeno en el que poco se ha reparado es el de los cambios  que se han dado en el orden espiritual y religioso en el arte.

El curioso contraste entre los artistas populares de este tiempo y los tradicionales o del pasado.

Mientras  los exponentes de la música urbana hacen acopio de un lenguaje desenfadado, irreverente y mendaz, algunos promoviendo malos vicios y la violencia de géneros, en el lado opuesto los cantantes tradicionales de los ochenta refugiados  casi todo en la fe y pregonando "la palabra", como se dice.

Fernando Villalona tuvo una participación en el espectáculo de inauguración de los nuevos estudios HD de la televisora Telemicro, y todos los temas que interpretó eran de fe y religión.

Ramón Orlando, Josie Esteban, Juan Luis Guerra, Héctor Acosta, Miriam Cruz, Adalgisa Pantaleón y con ellos muchos otros músicos y cantantes que se reunen en templos e iglesias cristianas a orar y a predicar.

Grupos de músicos completos que no inician una jornada de trabajo sin antes hacer una oración o invocación, como parte de una tendencia que también encuentra adeptos en comunicadores, periodistas, presentadores de programas y locutores, en una proporción sorprendente.

A ello hay que agregar el auge de la música cristiana y la popularidad que han alcanzado por cuenta propia.

Anteriormente los cantantes cristianos  pertenecían a un selecto y marginado grupo de exponentes cuya aceptación no salía de las paredes de la iglesia.

 Sin embargo hoy día hay muchos de esos cantantes compitiendo en la radio con temas de la música secular, y lo que es todavía más paradógico, cantantes  "impíos" y no creyentes, adaptando y "fusilando" los éxitos de los religiosos.

No es algo maravilloso?. 

Definitivamente se cumple aquello que en los años 90  nos comentaba Yaqui Néñez del Risco en torno a las 10 megatendencias del nuevo siglo.

Una de ellas, enunciada con mucha propiedad, era que la humanidad se iba a refugiar en la religisión.

Los científicos y filósofos que establecieron en esas coordenadas esa megatendencia, no se equivocaron