miércoles, 21 de septiembre de 2011


Los hijos de papi y mami juegan a ser actores

Por Johnny Arrendel

Al mismo tiempo que pienso que una figura como Lisbeth Santos justifica que se le abra un hueco en la industria por lo bien que proyecta, considero que por el bien del cine dominicano hay que cortar el relajo con ese arte.

Con Ley de Cine en vigor, que garantiza el apoyo del Estado a una actividad que bien utilizada redunda en grandes beneficios para la nación, deberían respetarse las reglas de juego.

Sería oportuno acabar con la tendencia a improvisar actores de cine, ya que se rebaja la condición profesional de gente que verdaderamente preparada en ese renglón.

Pablo Ross no es un experto en el tema, pero tiene razón cuando aduce que para hacer buenas realizaciones en el país, debería comenzarse por la literatura, es decir, que se parta de buenos guiones.

Armando Almánzar, crítico más reputado entre los cinéfilos locales (tras la partida de Arturo Rodríguez Fernández), sostiene que lo más importante en una película es que gire sobre una buena historia.

En Hollywood, la meca de la industria cinematográfica, los guionistas constituyen un colectivo poderoso, han logrado que se les reconozca como “escritores de cine” y que sus nombres figuren en iguales niveles que el director, los protagonistas y el productor.

Tras emprender la filmación de una narración bien hilvanada, entonces el director puede dar riendas sueltas a su creatividad con los recursos propios del cine, incluyendo los efectistas, si así lo ha planeado.

Pero subrayando lo de las interpretaciones, ahora vemos que no solo hay la tendencia de convertir gente de la televisión en actores a la carrera, sino que hasta los inversionistas figuran en los elencos quieren participar.

El cine es un negocio y la de actor es una carrera con tanto o mas rigor profesional que otras disciplinas.

Eso de que ahora en los créditos de los filmes dominicanos haya que fumarse los nombre de los hijos de los empresarios patrocinadores refleja falta de criterios.

Esos riquitos les roban la oportunidad a verdaderos actores, sobro todo, novatos, para dar el salto a la pantalla grande.

Si los nenes y nenas de la clase empresarial más encumbrada quieren actuar en cine, que audicionen como todos los demás, para ganarse sus papeles.

2 comentarios:

  1. AHHH ESTAS DESTAPANDO UN POLVORIN JAJAJAJAJ LA CAJA DE PANDORA


    VAMOS A EXTRAPOLAR TAMBIEN AL TEATRO

    EL SANGREASULISMO LOCAL

    EL CIRCULITO ESE QUE TA EN TOA JAJAJAJ

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  2. No se que decir, creo que ricos y pobres siempre han querido participar del mundo del cine, en nuestro pais es algo sumamente nuevo, y estas personas al tratar de incluirse ellos o sus familiares lo que demuestran es que han tenido esos sueños, yo no los culpo, aunque si entiendo lo que dice el escritor, se supone se debe respetar todo lo que se hace en cine, pero una persona que invierta unos millones, sabiendo lo manejable que es el mundo dominicano, no me digan no va a tratar de influir, no solo en que el o ella participen, o uno de sus familiares, hasta influyen en la producion, guion, etc etc, todo esto acabaria, cuando haya mas independencia economica, osea, nunca, asi que seguiremos viendo esto y mucho mas en la "industria" del cine dominicano

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