Joseph Cáceres

Se les hizo tarde para ablandar habichuelas

Algunos merengueros tradicionales están "jociquines" con Luis Medrano, por el hecho de que ha orientado sus producciones musicales al género urbano o de la calle.

Dicen que Luis anteriormente celebraba el Merengazo, que era un evento de sustentación para el merengue, y que de buenas a primeras "soltó el género en banda", y que en lugar de ello presenta exponentes urbanos, que a según dicen, son gente que no son verdaderos artistas y que no representan nuestra música.

Eso diiiiiiiiicen!.

La queja pone a uno en una disyuntiva, porque si bien es cierto que muchos de estos artistas callejeros, en términos formales y de calidad, no se pueden comparar con los tradicionales, nadie puede negar que poseen un poder de convocatoria que la gran industria no puede ignorar ni pasar por alto, aunque no son todos los que son, ni son todos los que están. Hay varios "boldrios", como diría mi amiga Carmen Celeste.

El mejor ejemplo está en que la Cervecería Nacional Dominicana también le dio de lado a los grupos tradicionales de merengue, en este verano, y fudamentó su campaña de temporada en los intérpretes urbanos, con una promoción impactante, agresiva, fuera de serie, que dejó "frizada" a los de la competencia, que no se esperaban una embestida tan descomunal.

No creo que los merengueros tradicionales deban reclamar la posición han perdido tratando de desmeritar a los de la calle, pues las posiciones se ganan y se mantienen, en base a lo que usted le pueda representar al mercado. Eso es ABC en las clases de mercadeo. Deben entender que el paternalismo y la defensa a ultranza del merengue  se puede sustentar por un tiempo, pero no siempre. Que más quisiera uno que el ritmo bandera se mantuviera en los primeros planos?. Pero si sus cultivadores, sus beneficiarios, (muchos de ellos millonarios), nada hacen para mantener su materia prima como un producto de primer órden, qué se le puede pedir a los demás?

Con mucha antelación se habló del asunto. Ahora,  el espacio del merengue lo están ocupando otros géneros, por la desidia, la apatía, la indiferencia de los que no pudieron ni supieron defender como hombres, lo que hoy lloran como niños.