LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

La actriz puertorriqueña Lydia Echevarría vuelve al escenario interpretando al personaje de Bernarda Alba el próximo miércoles 30 de noviembre, en el Centro de Bellas Artes de Santurce.

LYDIA

En la pieza teatral Bernarda Alba…, Echevarría -convicta   por el asesinato de  la figura de la radio y televisión, Luis Vigoreaux- encarnará el papel de la cruel madre de cinco hijas casaderas, cuyas miserias, dolores y resentimientos terminan por destruir la casa que las cobija.

La casa de Bernarda Alba,  del poeta granadino Federico García Lorca fue escrita en 1936 y estrenada poco antes de la Guerra Civil que dividió a España. 

El director de la puesta en escena es  Dean Zayas y  la acción se desarrolla en la casa de Bernarda Alba, un espacio cerrado, de luto, silencio y ocultación. El espacio empuja a los personajes al borde del juicio, al punto máximo de la frustración y a la violencia de la rebelión.(Primera Hora)

VIGOREAUX

En los años 70 era jurado oficial del Festival de la Canción y la Voz de Puerto Ricio, donde participaban cantantes de todo el mundo.

Todos los años viajábamos a ese certámen, y durante una semana de inmersión total compartíamos cada noche en el teatro, con jurados de otros países, como es el caso de Cristina Saralegui, directora de la revista Buen Hogar, en ese entonces, a quien siempre le tocaba un asiento al lado del nuestro.

De otro lado nos tocaba a veces Lydia Echavarria, esposa de Luis Vigoreaux, el más importante productor de la televisión puertorriqueña en esa época, y realizador de las producciones más importantes de esos tiempos.

Era una mujer de un trato muy fino, que sin embargo resbaló por una pendiente patética y vergonzosa.

Por celos, Lydia ordenó el asesinato de su esposo Luis Vigoreaux, quien murió a cuchilladas y golpes en el cráneo, por gente contratada por ella, el 17 de enero de 1983, que luego de consumar el hecho lo incineraron en su propio automovil.

Vigoreaux se había enamorado de la modelo Nydia Castillo y estaba en planes de divorciarse de su esposa, y esta ejecutó la señala cruel venganza, por la cual fue condenada por la justicia y purgó varios años en prisión.

De ese crimen, (uno de los más abobinables de la isla vecina) hace 28 años. Y ya ven como todo se olvida, porque esta señora tiene el tupé de continuar su vida normal, como si nada pasó, luego de que fuera liberada.

Para el que conoció y trató a Vigoreaux de seguro que será un trago amargo ver a esta señora en una obra teatral representando su papel de despreciable farsante.

Asco y repugnancia debe dar...Pero no faltaran los alcahuetes que la aplaudan, cuando al final de la representación, baje el telón.

Triste y lúgubre papel el de esta mensajera de la muerte...