Joseph Cáceres

Cómo brincar la tablita sin ser visto

Hay gente que se equivoca tratando de atrapar a los "pejes gordos" en sus infidelidades.

La gente que tiene dinero no acude a los moteles, no importa lo moderno y bonitos que sean.

Son refugios amatorios "de pobres", aunque tengan cabañas de las llamadas "ejecutivas", con jacuzzi, cama de agua y baño sauna.

Hay que cuidarse, porque dicen que en esos sitios "el diablo anda suelto", y  siempre sucede algo.

Ya les conté la ocasión en que el presentador de un programa de televisión, al terminal la transmisión del mismo un día, se fue para una cabaña con una de las bailarinas.

La chica se antojó de una cerveza y un picapollo, (como barriotera al fin), y cuando la empleada de servicio le fue a llevar el pedido por la ventanita que tienen las cabañas, aprovechó para pedirle al productor del programa que le diera una estufa, de las que él regalaba.

No le había visto la cara, pero le había reconocido su inconfundible voz cuando hizo el pedido por el teléfono intercom de la habitación.

Al ratito ya medio motel sabía que esa figura de la televisión estaba allí divirtiéndose con una diabla, y hasta estaban atentos a su hora de salida.

Hasta el chino del motel  estaba pendiente....

Pues como le digo, la gente con dinero, empresarios, funcionarios, artistas, políticos , buscan lugares más discretos.

Más ahora que la policía, buscando delincuentes, hace redadas y sacan de las cabañas a todo el mundo encueros.

Se imaginan el escándalo de una figura importante que lo hagan pasar por una humillación de que lo saquen de una cabaña en paños menores?.

Es preferible pagar la tarifa de un hotel de lujo, y no exponese a un problema en uno de esos moteles.

Hay un amigo empresario disquero que se hospeda en una habitación del piso ejecutivo del hotel Meliá, cuando quiere hacer un vacilón con una conocida fémina de la televisión.

Pero también hay otros que se van más lejos...

Una villa en Casa de Campo, propiedad de un "dealer" de la 27 de Febrero esquina Lincoln, donde iba una figura presidencial.

Pero también hay casas veraniegas en Juan Dolio.

En un caso extremo está el del funcionario del gobierno, que se iba a Miami de fin de semana con la productora de un programa "para mujeres", que entraban al avión separados, como si no anduvieran juntos.

Ni qué decir de los banqueros, los senadores, ciertos propietarios de industria de jabones,  ala vez dueños de canales de televisión que se quieren "tirar" todo el elenco femenino de la planta, y que tienen lugares estratégicos para gozar en grande sin ser molestados.  A que nadie habla de eso?

Como les digo, eso de los moteles se queda para la gente de abajo.

Los de grandes ligas tienen otros estadios....