El hombre hizo otra de las suyas en Santiago...

Pablo Milanés deja sabor agridulce en Teatro del Cibao

SANTIAGO. Con su presentación, el pasado sábado, en la sala principal del Gran Teatro del Cibao, el cantautor cubano Pablo Milanés dejó un sabor agridulce entre sus seguidores que prácticamente llenaron todas las butacas del principal templo del arte y la cultura de esta región.

Esto así, porque si bien es cierto que el público se sintió identificado con casi todas las 18 canciones que interpretó, hasta el extremo de acompañarlo en improvisados coros, resultó inocultable que se sintió frustrado cuando abandonó el escenario una hora después y no reapareció, dejando de cantar una apreciable cantidad de sus tradicionales éxitos.

La gente, acostumbrada en este tipo de espectáculos a ver marcharse a sus ídolos, para regresar una y hasta dos veces por la insistencia del público, esta vez tuvo que retirarse teatro sorprendido e incrédula de lo que estaba ocurriendo. Parecería como si el abrupto final que dio Milanés a su concierto del sábado hubiese estado en consonancia con su apertura, cuando los asistentes se impacientaron casi hasta las médulas porque, estando el escenario listo para recibirlo, no fue sino casi 15 minutos después cuando hizo aparición, mientras sus seis músicos lo esperaban pacientemente.

Sin decir media palabra, Pablo saludó al público batiendo las manos y desapareció del entarimado lo más rápido que pudo. Los presentes estaban convencidos que regresaría y por eso lo reclamaban de regreso con aplausos y coreando su nombre.

Y comenzaron a convencerse de lo contrario cuando empleados del teatro retiraron una carpeta contentiva de las letras de las canciones que interpretó.

Ese fue el comienzo del final de la frustración que embargó a los seguidores del que es considerado como uno de los principales íconos artísticos de Cuba en todos los tiempos.

Del asombro no escaparon personas ligadas a su contratación por el empresario Félix Cabrera quienes, en medio del llamado del público para que volviera al escenario, de manera privada aseguraron que regresaría y que cantaría otras cinco canciones.

 Hasta ellos se quedaron patitiesos, anonadados, boquiabiertos y ensimismados.

Pablo Milanés emergió en el escenario a las 9:20 de la noche, tras una breve actuación de la solista Maridalia Hernández.

El artista cubano conversó muy poco con el público, sacando tiempo para disculparse por los años que pasaron para volver a presentarse en esta plaza lo que, según dijo, ocurrió “por razones involuntarias”.

Recreó parte de sus más conocidos éxitos, entre ellos “De qué callada Manera”, “Amo esta isla”, “El breve espacio en que no estás”. “Para vivir”, “Yolanda”, “La soledad”, “Matinal” y “Nostalgias”, los dos últimos de su más reciente producción.(Ricardo Rodríguez Rosa/El Nacional)