Joseph Cáceres

                  Jugando con candela

Te encanta un casino...Comprendo que los ambientes lúdico

te atraigan, pero llévalo suave. Los juegos de casinos no son buenos, aunque claro esta si lo son para los dueños. Basta y sobra que fíjate cómo construyen grandes hoteles sólo para operar el casino. De cómo se gastan un dineral en la visita de jugadores a veces traídos desde el exranjero.


Te dejaste por una mujer "casinera" de las del  Jaragua, que son las más víboras de todas...Pena debes dar, zorrito.

Debes tener cuidado con ese tipo de mujer a las que les encanta el juego, porque terminan jugando contigo, baby.

Son unas veteranas, que saben mover las cartas, las fichas y la ruleta, aunque  también saben muy bien "colar el café".

Sobre todo cuando encuentran a un zorrito pendejo que les compra las fichas y las pone a jugar.

OLGA BREESKIN

Eso lo hacía Edmon Elías en los años 70 cuando traía al Naunaloa a Olga Breeskin, "La Venus del Violín", que le daba fichas a ella y a su mamá para que se entretuvieran en el casino, y las muy zorras hacían un allante de que jugaban, iban a la caja y canjeaban las fichas por dinero y se iban derechito al hotel. Y claro!. Quién era el dueño del casino? . Tú, zorrito?.

Naturalmente, eso lo hacía Edmón porque le quería "tocar el violín" a la Venus del Violín.... Tan determinado estaba que alquiló y se mudó a una habitación frente a la de ella en el hotel para tenerla "a tiro de hit." Pero "se ponchó", porque la tipa andaba con su mamá que le cuidaba en extremo "el violín" a su hija. De extremo a extremo y sin Michael Miguel, compai,  era el asunto!. Si él hubiera sabido lo que había
que hacer con ella en ese entonces se come esa "pajuilita"

Pero dejémos esos chismes del pasado, que de eso hace más de 30 años y volvamos al presente con las mujeres casineras que te han practicamente mudado para los casinos, zorrito.

Qué haces tú con al final llevártela a "brincar la tablita", si cuando no estás, ella la brinca con otro?.


Una especie de "brinca la tablita, ya yo la brinqué, bríncala tu ahora, ya yo me cansé. Y que pase la señorita, cuidado con la de atrás, que tiene las horejitas igual que un alcatrás!. 


Un verdadero jugo de niños, pero de antes, de esos que ya  ningún carajito juega porque fue desplazado por los Nintendo, los Play Station, al igual que Guataco, Trúcamelo, Manos Alante mi Batallón, Floriconvento, el Topao, Camán Ahí, Pititihinky, Manos Caliente, Cipol, Taquitos,  La Botella, y la asquerosa broma de "agárrame ese palo ahí" para embarrarte la mano.

Esas mujeres no son fáciles, zorrito. No quieras jugar  a James Bond en Casino Royal, que eso solo se ve en película...

Si no pregúntale al empresario disquero que era dueño de la estación de radio que estaba "embullao" con una crupier del casino del hotel Melía Santo Domingo.

Le dieron y no consejos...

Dice Warren Buffett que si al cabo de 20 minutos de una mano de  póker tú no sabes cuál es el tonto en la mesa, el tonto eres tú. El dice tonto,  aquí  decimos el pendejo...

Así es que zorrito, cuidate en los casinos, que son lugares que tienen sus códigos, sus secretos, su ambiente, sus mecanismos.

Recuerda que la casa nunca pierde...Y si pierde, hace como Zapata, arrebata!.


Nunca te creas la mamá de Tarzán cuando estés ganando, porque te pueden cortar la liana cuando estés brincando entre los árboles con todo y Chita.

Es una pena que estés botando los chelitos que te ganas  jugando en los casinos y haciendo fiestas con "siete locas metidas en la piscina" como dice Don Miguelo, que ese hablador solo tena una y se le ahogó porque no sabía nadar.


No juegues el dinero de pagar la casa, no te olvides que debes el colegio de los muchachos, y tu mujer tiene un retraso en la compra de la quincena.  


Si cuando vayas al casino, como eres una figura conocida, la gente te aborda con relación a ésto que decimos, diles que no, que no es contigo.

Pero "coge tu sombrero y póntelo, vamos a la playa calienta el sol....chivirivirín parampampán, chivirivirín parampampán".