Que volvió el merengue?. ...Y a dónde?
A alguna gente del medio, (incluyendo periodistas), le ha dado con jugar a la "mentirilla".
A cada momento proclaman que "volvió el merengue"...
Y es fácil?.
Esas no son más que "puñetas" mentales de gente que hace tiempo no ha visto a "linda".
"That's all", como dicen los gringos...
Hace dos años lo afirmaron cuando se puso de moda el espectáculo de los "años dorados del merengue" y hubo gente que casi "me come" porque dije que el merengue no era verdad que iba a "volver" con los artistas clásico, que lo único que estaban haciendo era provocando la memoria história de la gente.
Los hechos y el tiempo nos han dado la razón.
Pero como ya no pueden "recostarse" ni apelar a los "viejos", ahora cada vez que alguien pega un merenguito, de inmediato saltan nuevamente con que "volvió el merengue".
!Mas orgasmos mentales!, esta vez con las mujeres...
A manera de reproche Johnny Ventura dijo hace unos días que "los merengueros se descuidaron al comenzar a ver el merengue como un producto diferente a lo que es su esencia".
Pura rectoríca, de cuya culpa naturalmente, él se excluye, cuando una vez se identificó como la Industria Nacional de la Alegría.
Pero de eso se trata. Es lo que realmente ha estado haciendo falta. La industrialización del producto, como lo hubo en los años ochenta, con todo un andamiaje creado para sustentar nuestro ritmo, en el ámbitop local e internacional.
Los ejemplos sobran: Un José Tejeda rompiendo esquemas, llevando el merengue a las grandes salas, donde ya estaba la salsa (Madison Square Garden, Lincoln Center, Carnegie Hall, Radio City Music Hall), es decir los aforos más famosos de Estados Unidos y en conjunto los más prestigiosos del mundo.
Un Bienvenido Rodríguez sustentando el género sobre sus hombros, promoviéndolo aquí y allá, como también Juan y Nelson, Kubaney, Combo Récords,y todos los demás de ese tiempo. Un Wilfrido, un Johnny, enfrentados en una rivalidad, donde cada quien procuraba dar lo mejor.
Los fans clubs, las emisoras, los locutores, los periodistas, promotores, los clubes, las discotecas, los estrategas, todo el mundo entregado a la causa.
Eso no existe ya, manito. El merengue no puede volver solo porque a una emisora llegue un promotor con un disquito debajo del brazo, ni porque un "jodedor" meta unos cuartos en un grupo.
El posesionamiento de un producto no lo decide ni define una sola persona. Tiene que hacer una maquinaria trabajando en el sentido correcto de la promoción y del mercadeo, como lo implementó la Fania, cuando comercializó la salsa al más alto nivel, con la radio, los conciertos, los clubes, las películas, y todo lo que movilizó para dimensionar el género en el mundo.
Vamos a ser realistas, para que nos entendamos, sin caer en el cuento de "ahí viene el lobo".
El lobo hace tiempo que se declaró gay, y en vez de "aruñar", ahora "araña", con unas uñas pintadas de cutex rojo.
Ahora le dicen "La Loba"... nada que ver con mi amiga Milagros Hernández....
Hasta la vista, baby...
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NIURKA BAEZ,
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