No me busquen el "pico", porque "pico"
El populismo, el afán de cobijarse bajo el cliché de "humilde padre de familia", lleva al desórden, a la arrabalización, con el amparo de políticos en campaña, y de medios de comunicación de gente que ejerce el oficio con una mentalidad rural, atrasada y cavernaria.
El que se quiera ofender que lo haga. Pero el hecho de que usted venga del campo, del barrio, del arrabal, no le da ningún derecho a tratar de justificar lo mal hecho.
Aquí hay periodistas de "poca monta" que defienden el desorden que impera en la nación.
Si las autoridades emprenden acciones para desalojar choferes que se estacionan en los parques municipales, nunca falta un alcahuete que sale a defender a esos "humildes padres de familia", que si los quitan del entorno, alegan que pierden su "medio de sustento".
Son los que auspician la arrabalización en los alrededores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde no solo hay paraguitas, carromatos, motonetas y triciclos, desde los cuales se expenden comestibles sin ningún rigor de higiene, sino también colmadones, centros cerveceros, "drinks", y hasta cuererías encubiertas donde los estudiantes después de un jumo "resuelven".
Si se cierran y se quitan esos lugares se está "atentando contra humildes padres de familia", dicen algunos "puñeteros", como decía mi abuela en "Olla Grande" de La Vega.
Ni siquiera se detienen a pensar que "los humildes padres de familia" verdaderos, son los guardias, los jornaleros, los obreros, los policías, los chiriperos, que haciendo de "tripa corazón" hacen lo imposible para que sus hijos vayan a la universidad, y que éstos en vez de aprovechar la oportunidad, se dediquen a beber y a "cuerear" en sus alrededores, a veces sin ni siquiera entrar a las aulas que sus padres y el pueblo les paga. Los padres se sacrifican para que ellos estudien, y los "tigueres" se beben los cuartos.
Se "jartan" de chicharrones de pollo y "bistec" encebollados en los sitios de los alrededores de la universidad, en chercha, y luego alegan que ni siquiera tienen para pagar la comida subsidiada del comedor económico de la UASD.
Pero para protestar y lanzar piedras, búsquenlos...
Y que conste, El Villano, siendo hijo de un oficial del ejército (EPD), cayó preso en la lucha por "el medio millón pa' la universidad", poniendo en peligro el cargo de su padre en los difíciles 12 años de Balaguer.
Eran tiempos de autenticidad y de lucha verdadera.
Lo refrescamos, para que no aparezca ningún fresco diciendo que estamos atacando y criticando a la UASD.
Por eso podemos hablar con propiedad, y desafíar el desórden y el chantaje de estudiantes, profesores, sindicalistas, y de los llamados "humildes padres de familia"
Estoy contigo en un 10,000%.
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