por Orlando Holguín
9.- La Bicicleta de Carreras.
Cuando un niño o adolescente decía que tenía una bicicleta, si era Chopper, era una vaina bien. Era el rey del sector, o del barrio, pues algunos padres de clase baja hacían un esfuerzo increíble por regalar a sus vástagos la famosa bicicleta. Ahora bien, si la bicicleta era de cambios, es decir, de varias velocidades, entonces la cosa era diferente. Pero cuando alguien decía que tenía una bicicleta de carreras, entonces el “echavainismo” era mayor. La pregunta es, ¿pero para qué carajo se necesitaba que fuera de carreras, si usted no era ni siquiera ciclista aficionado? Pero así somos de “comparones” los dominicanos, pues una bicicleta para pasear o ejercitarse no tenía porqué ser de velocidades. Había quienes la compraban de diez cambios. ¡Ño!, sería para matarse corriendo, o para participar en la Fórmula Uno del ciclismo.
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