miércoles, 25 de enero de 2012


Nunca se deja el "ring"...

Cuando nos enteramos de que la firma Brugal había decidido suspender la celebración del ya tradicional Roncierto Brugal que desde el mismo año 2000 venía celebrando en el malecón de la capital, nos manifestamos en desacuerdo.
El alegato era que deseaban darle vacaciones colectivas  a sus empleados.

La realidad era que le estaban sacando el cuerpo a Juan Ramón Gómez Díaz y a Telemicro, quienes luego de que Brugal instituyó su Roncierto montaron en el malecón un evento similar, con el apoyo del Ayuntamiento, más otras empresas, y todo el poder del grupo Telemicro.

En las recien pasadas navidades Telemicro en la tarima, aparte  presentar a los principales artistas, montó un comedor popular para ofrecer millares de raciones alimenticias, como parte de una cena navideña para el pueblo. Díficil reto, frente al cual los amigos de Brugal se rindieron y abandonaron el terreno sin trabar el último combate, que era crucial.

Algo que no debieron hacer, sino echar la pelea, aún enfrentando a la poderosa Telemicro.
Siempre hemos creído que lo importa es "mantenerse en el ring", aunque recibas golpes y pierdas algunos "round". Pero siempre mantente en el ring. Nunca te salgas del cuadrilátero de combate, donde solo pueden suceder dos cosas: O que pierdas o ganes. Y bien se sabe que en el boxeo hay algunas peleas que son arregladas.

Debieron pensar que después de todo hasta convenía que Telemicro les hiciera competencia, porque no es bueno que la oferta sólo esté de un lado.

Al salirse Brugal de la competencia navidena del 31 de diciembre en el malecón, Telemicro, si quiere, puede bajar la guarida, porque a nadie tiene de frente.

Si bien es cierto que Telemicro hizo una producción navideña para recibir el año memorable, la ausencia del Roncierto Brugal impidió el beneficio de la competencia.

Fueron muchos los artistas que se quedaron sin trabajar.
Y claro, ese error se ha dejado sentir en Brugal, pues Angel Duvergé ya no está en la gerencia de venta pues se fue a otra empresa del consorcio, algo lamentable.

Y decimos lamentable, porque gracias a gente como Duvergé  el ron Brugal logró crecer a niveles insospechados, borrando a la competencia.

El Roncierto, que se inició con el siglo en el 2000 categorizó e identificó al ron con el pueblo en una temporada tan importante como la navideña.

No se debe olvidar que Brugal era un ron que en el pasado lo usaban los galleros para rociar los gallos de pelea y ponerlos "broncos" y dispuesto a pelear.

Luego llegó al pueblo, y la gente lo asumió dándole una fama que todos conocen de el que lo bebe pelea o .....

Pero, siempre a las empresas llegan nuevos ejecutivos que a veces cambian lo que está marchando bien, para terminar luego arrepentidos.

En Brugal, esa es la historia...

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NIURKA BAEZ,
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