Joseph Cáceres

Sushimanía

Cuando vino la moda del sushi sabíamos que se iba a desatar una corriente de gente inventando con el famoso platillo japonés.

Como era de esperarse comenzaron los problemas con el sushi al estilo dominicano.

Siempre se ha dicho que el dominicanbo es lo que más inventa, y en este caso tiene razón quien lo diga.

La legendaria comida japonesa ahora es preparada en restaurantes y puestos "especializados" creados por dominicanos, vaya usted a ver.

No les basta con el desastre que hacen los que preparan "comida china". Ahora se cogieron con el sushi....

Aunque no siempre se hace a base de arroz, carnes y pescados crudos, porque en la técnica también se incluye la de los alimentos precocidos, hervidos y a la brasa, el sushi dominicano deja mucho que desear en muchos casos.

La manipulación de carne o pescado crudo se convierten en una bomba de tiempo, porque si el pescado es de agua dulce, fácilmente puede contener salmonela.

Eso sin contar las variadas derivaciones de problemas que afectan a los que se atreven a inventar comiendo de los lugares equivocados.

Quienes dominan la técnica de la confección de sushi hacen maravilla con la presentación del producto.

Una de las grandes cualidades que tienen los japoneses es la manera en que confeccionan su comida, creando a veces verdaderas obras de arte, por aquello de que "entra primero por los ojos".

Siempre recordamos la vez que fuimos con el difunto Rafael Quezada a un supermercado en el sótano del hotel Asia donde estábamos en Tokio, durante una gira de Milly a Japón.

De los 50 dólares que pagó por un melón, donde pienso que la lujosa caja acolchada en que se lo vendieron era lo que salía tan caro, aunque es proverbial que se trata de una fruta costosa en la asiática nación.

Los japoneses reproducen los platos de los restaurantes con figuras plásticas para exhibirlos en los escaparates y vidrieras que dan a la calle y que no se les dañen, alcanzando una fidelidad asombrosa.

No dicen "tenemos carne al teriyaki", sino que te ponen un plato de exhibicón para que tú lo veas, y así provocarte el deseo y el apetito.

Pero volviendo al sushi, los rollos que los expertos consiguen responden al criterio con que trabajan su gastronomía los japoneses.

Aquí los imitadores, copiones, enganchados por lo general estropean el producto.

Pena da ver como los ignorantes lo comen con tanta fruición, sin percatarse de que pueden ser como las "bolitas adivinadoras" del famoso cuento, o que sencillamente la ingesta se traduzca en ofensivos, molestosos y peligrosos efectos secundarios que obligan a ir al baño.