ARTE NACIONAL
Por Joseph Cáceres
josephcaceres89@gmail.com
En ninguna premiación internacional de relieve, o sin relieve, se ve el deprimente espectáculo de artistas que no fueron nominados o que no resultan galardonados, protestando en forma airada y ofensiva en contra de los organizadores, como aquí sucede con el Casandra cada año.
Hay quienes lo toman como parte de la "chercha farandulera", que según dicen le da "sabor al premio", pero pienso que en ese afán se cae demasiado en lo ridículo, y en cierto modo le hace daño al Casandra y Acroarte.
El Casandra ha devenido en un premio muy folklórico, probablemente resultado de la idiosincracia que caracteriza al dominicano, donde en el plano político hay siempre una crisis porque alguien no quiere perder una convención, y se alega fraude cuando no se ganan unas elecciones a la presidencia de la República.
Puede estar el arte popular exento de esas expresiones.?. Claro que no. Eso lo llevamos en la sangre, como parte de nuestro atraso, de la manera peculiar que tenemos de ver las cosas, y de lo que cada quien cree que es y merece.
Todos los años hay un escarceo con gente a la que no se le nomina o que no gana un premio.
Si resultan favorecidos en un año, todo muy bien. Si en el próximo no los toman en cuenta, talvez porque se durmieron en sus laureles, los cronistas de arte son unos bandidos y vendidos.
Lo peor de todo es que muchos de los que protestan, a veces sin razón, lo hacen como un recurso para lograr gratuita promoción.
Suenan más que los nominados con el berrinche que hacen en los medios, y los mismos cronistas nos prestamos a amplificarlos.
Con ello se crea la falsa imagen de que se ha cometido una injusticia, cuando en realidad no ha sido así.
Y qué sucede al año siguiente?. Que resultado de la presión, de los escándalos y del chantaje, Acroarte no se atrreve a dejar de nominarlos, aunque no hayan hecho nada.
Y así, al final, terminan ganando premios que no merecen, solo porque en Acroarte, en su debilidad, trata de apagar el "fuego" y evitar nuevos escándalos, cediendo al chantaje de gente que nada merece.
Quizás no hubiera necesidad de ceder al chantaje, si se evitan errores lamentables, que paradógicamente perjudican a gente que no reclama ni hace protestas.
Los de la "bulla" son los que muchas veces nada merecen.
Me cuentan que un productor sabatino lloró frente a una copa que parecía ser de vino y agarrando su perrita en su programa la semana pasada porque otra vez Acroarte no lo nominó.
ResponderEliminarBUENO ES QUE ACROARTE ES UN NEGOCIO CIEN POR CIENTO
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