Carlos Alfredo se revisita a si mismo
Carlos Alfredo Fatule hace un recuento de su vida artística y cuenta anécdotas en "Al desnudo", una puesta que comienza abruptamente y que va cogiendo temperatura y permitiendo que el espectador se introduzca en la historia del cantante, músico, compositor, actor y productor nacido en La Romana.
Apoyado en una voz en off que le va marcando éxitos y fracasos, comenzó con un recuento de sus inicios, cuando todavía era un médico recién graduado que se presenta y gana un concurso internacional. "Recuerdo el baño de mi casa en La Romana, la cortina era el telón del teatro, el público eran el bidet, el sanitario, el lavamanos; el micrófono era el jabón; los aplausos la ducha. Y yo mismo me presentaba, señoras y señores, con ustedes ¡Carlin Fatuleeee!", recordó.
A lo largo del show demostró sus aptitudes con el güiro, el piano, imitaciones de José Antonio Rodríguez, Johnny Ventura, Wilkin, Michael Jackson, Raphael y se burló de sí mismo. Así desfiló Fatule, desde niño, hasta ahora, provocando risas, complicidades y aplausos. Sueños, fracasos, éxitos, obras como "Seis despistados en busca del amor"; el programa de TV Fiesta, de Teleantillas; El Sabroshow con Milton Peláez; imitaciones de animales, como el pato, un gallo, perros, cotorra, desfilaron en la Sala Ravelo. Recordó las canciones que gustaban a sus padres: guitarra en mano cantó de Felipe Pirela "siempre te amaré, asiiiiiiii", logrando momentos de suma intimidad. Y demostrando sus posibilidades intactas, que reserva con madurez absoluta.
Coros y aplausos del público lo respaldaron. Temas como Al lado, Ya no te acuerdas, Que siga amándote, La Ópera, provocaron remembranzas. Y habló del amor por toda su prole, comenzando por Techy y Karla. Videos, fotografías, y la escenografia de Fidel López con un diseño de luces eficiente de Liliana Díaz le facilitaron la labor.
Los fracasos. Las zarzuelas y las óperas. Rodolfo, en La Bohéme. Recuerda los jueves del bar del Teatro. "las mentiras, las trampas, el alcohol, el vacío, los adulones, los hipócritas. Confiesa que probó drogas, alcohol, trasplante de pelo, liposucción, y el comienzo del fin, Jesucristo Super Star".
Habla de su divorcio, la soledad, la angustia, el odio que tenía por dentro. Las lágrimas anteriores resultan innecesarias después de la catarsis final entre Jesucristo Super Star y su actualidad. Ricardo fue puntual en la ayuda en escena. Enrique Chao dirigió la puesta. Miguel Leclerc la música.
Lamentable el final que aprovecha para hacer proselitismo religioso, casi convirtiendo el recinto cultural en una iglesia con aleluyas que no llegaron a ataques de histeria. (Alfonso Quiñonez/Diario Libre)
YO NO CAI EN ESE GANCHO DE IR A VER ESA VAINA,PARA PROMOVER SU RELIGION.
ResponderEliminarEse señor todavía no se ha encontrado con el.
ResponderEliminarPara ser ''Al Desnudo'' deber ser sincero consigo mismo...
ResponderEliminarOmar