Joseph Cáceres

Cuando "la agarradera" se convierte en "barredera"

Dizque el fiscal adjunto Adolfo Féliz , despúes de interrogar durante una hora a  Mía Cepeda y Jesús Gil (Masa), les impuso que realizaran 20 horas de trabajo público, a cambio de no ser sometidos a la justicia por la "agarradera" pública que escenificaron en el programa Cero Estrés.

Quién le iba a decir al Caballo Ventura que su merengue "La Agarradera" se iba a poner de moda de nuevo, interpretado por Masa, quien curiosamente tiene una banda y es merenguero?.

Pero hablando en serio, el hecho de que un fiscal se tome esas atribuciones y aplique esa sanción , excede sus funciones, puesto que un juez es el que debe dictaminar si el hecho que se le imputa a un acusado es o no condenable.

La fiscalía no está para aplicar sanciones, porque con ello está asumiendo las funciones de juez.

El hecho de que se le imponga  a una gente la obligación de limpiar calles , un hospital o una plaza pública como parte de una acción judicial es una condena, una sanción.

No hay que olvidar las célebres condenas de 20 años de prisión y realización de trabajos públicos como acción jurídica.

No estamos defendiendo a Masa y a Mía, porque su acción desde toda óptica es repudiable y si amerita una sanción se les debe aplicar. Pero con lo que no estamos de acuerdo es con el procedimiento.

Además, lo que quiere es imitar procedimientos que se aplican en Estados Unidos a celebridades artísticas como Lindsay Lohan que por infracciones de tránsito ha sido condenada a realizar trabajos públicos por algunos jueces.

Aquí el fiscal adjunto Adolfo Feliz por lo visto quiere copiar el procedimiento, como parte de una chercha mediática, parecida a la de J, M. Hidalgo que aprovechó el caso para figurear en la prensa.

Verán ahora a los fotógrafos y a los periodistas detrás de Masa y Mía  para captarlos en sus labores de limpieza, con lo cual no harán más que darle más publicidad.

De este asunto se derivan varias lecturas.

Por un lado, si comenzamos a sancionar violaciones a las leyes con la imposición de labores comunitarias, se estará maltratando a los humildes obreros de los ayuntamientos que limpian y asean las calles dejando establecido que hacen un trabajo tan indigno, que es lo que se le impone como una pena a quienes incurren en delitos.

Con ese estigma pienso que nadie verá la recojedera de basura como un trabajo necesario, y de importancia social, pues solo hay que ver en lo que la ciudad  se convierte cuando se deja de recoger la basura. Por lo demás, como aquí todo se festina, si se pone de moda la chercha esa de la condena a trabajos comunitarios, veremos pronto a criminales, ladrones, narcotraficantes condenados a esa pena.

Un asesino y violador de mujeres, condenado a 50 horas de trabajo social limpiando el Parque Enriquillo, por ejemplo.

No olviden que vivimos en "el país de las maravillas", con todo y Alicia en "El Infome" y Noticias SIN.