Joseph Cáceres

El parto de la fe en Jesucristo del Barrigón de Miguelito

MIGUELITO

“Miguelito” es el seudónimo de George Villarmán, quien se hizo conocer en el mundo del merengue con la orquesta “Wilfrido Vargas y sus Beduinos”.

Empezó a cantar desde la edad de 9 años como solista del coro del Colegio de la Iglesia San Juan Bosco en Santo Domingo, pero su fama comenzó a finales de 1976 al resultar ganador en un festival juvenil en New York, por lo cual fue contratado por Alvarito Ortíz Productions para cantar en el Happy Hills Casino, en el Teatro Puerto Rico y en el Teatro Jefferson.

Allí también estaba presentándose la orquesta de Wilfrido Vargas, quien, fascinado con el talento del joven cantante, lo contrató como uno de sus vocalistas en 1978.

Antes del final de ese mismo año, Wilfrido Vargas y su orquesta habían llegado al tope de la fama en Estados Unidos, Puerto Rico y toda Latinoamérica, gracias al tema que grabó Miguelito, “Wilfrido dame un consejo”, seguido de “Ese Barrigón no es mío”. Y así, un hit tras el otro.

En 1982 el arrastre de “Miguelito” era tan fuerte que la Fania decidió sacarlo de la Orquesta de Wilfrido Vargas y hacerle su propia orquesta en el 1983.

En 1985 “Mi amigo Miguelito y su orquesta show” era número uno en Puerto Rico, en comunidades hispanas de todo Estados Unidos y en algunos países de Latinoamérica.
Pero en medio de toda aquella fama había un vacío en su corazón. Buscó a Dios y comenzó a congregarse en la iglesia de Jesucristo desde 1989.

CON WILFRIDO

Contratado por Prime y Records para ocupar la posición de Toño Rosario en 1996, fue llevado a Puerto Rico donde lo tocó aún más el Espíritu de Dios; y en vez de la fama que salió a buscar, recibió el bautismo del Espíritu Santo, que cambió su forma de pensar, de sentir y le hizo desistir para siempre de la música comercial, para dedicarse totalmente a la búsqueda de Dios y al estudio de su palabra en la localidad de Búffalo, estado de New York, donde permaneció retirado por cinco años.

En 2001 sintió el deseo de grabar un CD de merengues, de aquella música que antes cantaba con la orquesta de Wilfrido Vargas; y ese deseo lo llevó a Puerto Rico donde el productor musical Bonny Cepeda le preparó su primera producción musical cristiana.

La grabación causó buen impacto en el mundo cristiano. Desde entonces, “Miguelito” no ha parado de viajar por el mundo entero bailando, cantando y predicando la palabra de Dios.