Joseph Cáceres

Hay gente a las que le gusta complicarse la vida... Hay otros que no. Que prefieren el estilo y la filosofía de Edgar Farías. Una lancha y un bote en el atracadero del puerto de Boca Chica esperando a su dueño, sin importar que estemos a mitad de semana. Al mediodía de un miercoles cualquiera una escapada "marisquera"  con  una mesa bien ubicada  que dé al mar en el restaurant Neptuno, y luego una incursión profunda mar afuera, no sin antes haber reportado por radio la salida a la capitanía del puerto. Jugar "ping pong" con las mujeres en alta mar...Escuchar música, ver televisión, libar para rendir culto al Dios Baco, y quedar rendido hasta la mañana siguiente, durmiendo en los brazos de Afrodita, en tanto la embarcación ha seguido su curso toda la noche, piloteada por un experto timonero que no duerme. Y despertar cuando esté atracando  en la marina de Puerto Bahía en Samaná, para disfrutar de un desayuno frugal, una fresca piscina, un Daikiri con Ron Blanco con mucho limón criollo. Todo como antesala de la rumba del día en Cayo Levantado. Qué bien vive Edgar Farías!.