Joseph Cáceres

POR EL ALCOHOL

Por: José Miguel Alvarez

Hay actitudes del comportamiento humano que parecen ser exclusivas de una etnia en específico, muchas veces por un estereotipo otorgado y otras tantas porque  simple y llanamente ese grupo o nacionalidad han vendido esa imagen como su distintivo.

En este tenor, se hace casi imposible pensar en el dominicano y separarlo del merengue, bachata, beisbol y de mucho "romo" (licor).

En este caso de nuestra raza, es irónico que los momentos más placenteros, los que llenan el corazón de un dominicano de nostalgia son, de una forma contraproducente,  los que el "mucho romo" fue el común denominador de aquellos momentos.

Escuchar una bella música del pasado, compartiendo un buen juego de dominó mientras se discuten en alta voz los temas que despiertan las más íntimas pasiones, como la política, los deportes, un buen sancocho, las mujeres. Todo este oficio de la cultura dominicana parece encontrar la fuerza y la motivación cuando se hace bajo los efectos de "un par de tragos", que traducido es "tomarse un litro".

El alcohol parece dar vida y fuerzas a las cuerdas vocales para poder dejar bien establecidas las tesis, especialmente cuando en este tipo de reuniones quien gana no es el que tiene un mejor planteamiento de las ideas, sinó el que alce más su voz..

La celebración de un cumpleaños, un bautismo, la visita de un compadre y hasta un mortuorio pierde su sentido si no está presente “un pote”.

No hay una nacionalidad que haya encontrado en el uso del alcohol su musa como la encuentra el dominicano para celebrar con canciones el uso del alcohol:

“Ay ya la fiesta va a comenzar, vamo a beber”, “Que se acabe el arroz, la leche y la gasolina, pero el ron que no se acabe porque esa es mi medicina” “Bebo y Bebo de noche y bebo y bebo de día” y uno de los  más reciente y el ás reciente que hace una recopilación de los tres instrumentos de destrucción de una vida "Armao, Bebío y con Cualto". Estos son temas que venden, temas que cuando se escuchan con “un trago en la cabeza” parecen intensificar la necesidad de llenar la copa y levantarla bien en alto mientras se tararea cada estrofa. Temas que les dan ganas al bebedor de buscar un arma y demostrar que ellos son los "papaupas de la matica".

La ironía y la contraproducencia de esta conducta la encontramos en el hecho de que el alcohol que sin necesidad de entrar en estadísticas aburridísimas es de todos saber, el causante de millares de accidentes automovilísticos, destruye familias, provoca la pérdida de empleos, pérdida de la licencia de conducir y un sinnúmero de situaciones catastróficas derivadas de su uso.

No obstante a esto, paradógicamente,  el de la bebida parece ser uno de los temas que mejor celebra el dominicano.

"Hoy se bebe", "Toy en beba", "A beber se ha dicho" es como música al oído de aquellos que celebran este tipo de pronunciamientos, ajenos del daño que la bebida está causando a las familias de hoy.

Cuál es la razón que una persona que quizás en una u otra forma ha sido victima del uso del alcohol, que quizás tuvo que criarse en un hogar destruído por el alcohol, tenga que celebrar, ni en broma ni en serio este tipo de conducta.?

Cómo es posible que un tema tan dañino a la sociedad, a la familia, al gobierno, al país es un tema tan celebrado?. Qué ironía tiene la vida!