LECTURAS ESPECIALES

El poder afrodisíaco del champagne para seducir mujeres

La sabiduría popular le atribuye poderes afrodisíacos  al Ron Brugal, del cual se dice que el  que lo toma "pelea o hace el amor".

Dos situaciones extremas, que se reduce a puro fetiche de la gente, lo que en cierto modo ha convenido a esta marca de ron, que desde hace tiempo ocupa el primer lugar en venta.

DSe le tiene como un ron de puro macho, que se presta para "tumbar mujeres".

Sin embargo, en una posición más sofisticada no estea de más destacar las virtudes del champagne, bebida que muchos solo ven en películas, cuando el galán  quiere cortejar o conquistar a una mujer, donde invariablemente estará presente un ramo de flores  y una botella de champagne.

A esta bebida se le atribuyen poderes afrodisíacos, tan potentes como un plato de ostras.

Se dice que Casanova, el gran conquistador de mujeres, con más pragmatismo que ciencia, servía champagne a sus conquistas para atraparlas más facilmente.

Champagne es una región de Francia donde se cultiva el espumante donde Moët & Chandon ha sido y sigue siendo el símbolo del placer, del esplendor y de las fiestas fabulosas.

Loa personajes femeninos más importantes de la historia, han contribuido a la fama del champagne Moët & Chandon.

La madre de Napoleón Bonaparte, así como su esposa Josefina, fueronn unas excelentes embajadoras bajo el primer imperio.

El nieto del fundador de Moët & Chandon dedicó el Brut IMperial a Napoleón, con quien mantuvo una cercana amistad. Se dice que antes de cada batalla este emperador francés visitaba a su amigo llevándole varias cajas de su champagne imperial. (Excepto antes de la batalla de Waterloo)

El aporte de Don Perignon

Champagne: afrodisiaco de los reyes

El Rey Luis XIV llamado el "Rey Sol" de Francia degusto por primera vez el champagne en su coronacion y dicen que despues de ahi no tomó otra bebida. “Es la única bebida concebible” dijo. La amante de Luis XV, Madame Pompadour, comento que la champagne era el único vino que hacía a una mujer más hermosa después de beber. Y, segun cuenta el clamor popular, la copa redondeada de esta espumosa bebida, tiene la forma de los senos de la Emperatriz María Antonieta. Vaya dato interesante, no?

El nombre proviene de la región de Champaña, en el Noroeste de Francia, aunque ya era conocido por los romanos (que lo denominaban vinum titillum). La particularidad de esta zona es que yace sobre un lecho de tiza (que es esponjosa y absorbe el agua), lo que le da un particular sabor mineral a las vides. Esas zanjas de tiza se dejaron olvidadas hasta que fueron usadas como bodegas en el siglo XVIII. Al estar 300 metros bajos la superficie, sin ruido ni luz y a una temperatura de 13 grados centígrados, proporcionan perfectas condiciones para que las botellas descansen. Dicen que en las bodegas subterráneas permanecen más de mil millones de botellas estibadas.

Pero, para ser sinceros, el mayor aporte a la historia del champagne se lo debemos al ilustre Pierre Perignon, quien entró por vocación a la orden Benedictina y quin fue un ejemplo para su comunidad y al mismo tiempo un hombre dotado de cualidades sobresalientes. Con el correr de los años Don Perignon fue nombrado administrador de la Abadía de Hautvillers, en la diócesis de Reims y muchos viñedos dependían de el. Don Perignon observó la tendencia del vino a burbujear una vez pasado el invierno y trató de conservar estas burbujas; ahi surge la idea que consistía en embotellar el vino, pero el problema era como poder conservar el gas y que la segunda fermentación se realizase dentro de la botella.

Un día vio a unos peregrinos de la lejana Iberia que tenían unas cantimploras con un extraño tapón, indagó y dio con el corcho. Embotelló Don Perignon el vino y empleó el corcho como tapón, asegurándolo con un cordel. De esta manera obligó a que la fermentación secundaria se realizara dentro de la botella. El empleo de la botella y el corcho no fueron las únicas contribuciones del abate de Hautvillers; su siguiente gran aporte fue la mezcla de uvas de diferentes zonas. Su fino paladar le permitió distinguir de que lugar provenían las uvas. Hoy ésta es una práctica corriente entre la gente de oficio, en el mundo entero.