LECTURAS SABATINAS

El difícil arte de envejecer en el arte

POR FAVOR, NINGUN JORGE TAVERAS NI LOPE BALAGUER

El mercadólogo Humberto Olivieras publicó en Mercaprensa un artículo que fue reproducido por nuestro portal, a propósito de los artistas extranjeros del pasado que, según dice, son presentados en el país con "bombos y platillos", con una gran promoción como si estuvieran en sus mejores tiempos, lo cual en su opinión es una "falta de respeto a la inteligencia del público dominicano".

De inmediato algunos de nuestros lectores lo han contradecido, poniendo de manifiesto que no están de acuerdo con su criterio. Otros, hasta creyeron que el trabajo era de  nuestra autoría, y nos hicieron críticas totalmente desubicadas, pues el nombre del autor está al pie de la publicación.

Pero ya que nos mencionaron  injustamente, vamos a aprovechar para dejar sentada nuestra opinión sobre el tema.

Sophy, Yolandita Monge, Braulio, Ednita Nazario, Miriam Hernández, Danny Daniel, son artistas que alimentaron a la generación que vivió la época de oro de la canción popular, como fue la de los años ochenta.

LOS VIEJOS TAMBIEN TIENEN DERECHO A "METER
MANO",  AUNQUE SE ENCUENTREN CON UN
"HUEVO FRITO"

La gente que vivió los éxitos y el auge de esos artistas es ya adulta. En su mayoría tienen hijos, nietos, que son los que siguen a Daddy Yankee, Akon, Pitbull, Romeo Santos.

Y ellos, a quiénes siguen?. Uno que otro podrá tener preferencia por alguna figura nueva, pero al momento de salir a disfrutar de un concierto, la mayoría paga lo que sea para ver a los viejos artistas "de su tiempo" y evocar buenos momentos...Hasta de cómo se enamoraron de sus parejas.

Es gente en su mayoría realizada, con un nivel adquisitivo y de consumo  que nadie puede despreciar, y que por razones de compromisos y de edad no se anda moviendo de su hogar facilmente, diferente a los jóvenes, que acuden a los conciertos multitudinarios en los estadios, para ver a los artistas de pies, en el terreno, permitiendo que hasta les echen agua con una manguera, como ahora se estila.

El adulto o "el viejetete", teniendo dinero se ve muy limitado en su accionar de entretenimiento, por razones comprensibles. Todo ahora se dirige a los jóvenes, que es el blanco de público de las grandes estrategias comerciales, y la música no es una excepción.

Pero esa gente está ahí, ávida de que le den algo "bueno", no la "basura" que ahora se hace como música, según piensan.

Cuando les anuncian un "show" con gente de su tiempo, que fueron exitosos, se vuelcan hacia los lugares donde se presentan, y dejan en taquilla y en cantina, más ganancias que muchos de  los "shows" de las figuras de ahora.

Eso lo sabe y lo aprovecha Raffy D'Oleo con sus combinaciones donde nunca deja fuera a su artista Anthony Rios.

Contrario a lo que se piensa de que la publicidad que se hace a esos "shows" es muy exagerada, con esos artistas se tiene la ventaja de que no necesitan promover un tema musical ni tener un disco sonando en la radio para motivar al público, porque  su mejor promoción es su historial de éxitos del pasado que está ya sembrado en la memoria de la gente, porque son cantanters de repertorio.

Por eso pagan para ir a recordar y a "vivir de nuevo" las viejas canciones.

Por lo demás, como bien han dicho algunos de nuestros lectores en respuesta a lo escrito por Olivieras, si esos artistas viejos no generaran interés en la gente. Si los lugares donde se presentan no se reventaran, pueden estar seguros que Raphy D'Oleo y los demás que promueven el denominado "cementerio de artistas", estuvieran en las discotecas de la avenida Venezuela, o en los "cars wash" presentando intérpretes criollos de hip hop y "dembow" de esos que actúan con dos bailarinas "locas" y la pista de un Dj detrás.