miércoles, 4 de abril de 2012

El tema es de deportes, pero lo traemos a colación para caer en uno de arte y espectáculos.  El nuevo estadio de los Marlins de Miami es una sensación, pues tiene un techo retráctil que es una maravilla. El mismo permanecerá cerrado todos, menos una decena de juegos. Es decir, que ya si se puede cantar "que llueva, que llueva, la virgen de la cueva". El asunto es que cuando una de las empresas  se hizo cargo del Teatro Agua y Luz de Santo Domingo,  para rehabilitarlo, se habló de que contaría con un techo similar, retráctil, para que cuando se presentaran espectáculos la brisa salina del Mar Caribe no molestara a los artistas ni al público, y que solo se abriría en determinados momentos. Claro, el papel aguanta todo, y la lengua también dice todo. Porque lo único "retráctil" que tiene el abandonado Teatro Agua y Luz, son los panties de las humildes "madres de familia" que se ganan al pan de cada día trabajando en el lugar.

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