El negocio del cine está en una época de
esplendor
Dos cadenas van detrás de un público más exigente, con un mayor poder adquisitivo, que da la espalda a la piratería para vivir la experiencia de ver una película en 3D; asientos reclinables, salas VIP con servicio de cafetería que le llevan a su asiento el hot dog, palomitas de maíz, chocolates, refresco... una cerveza y, hasta una botella de vino, modalidad disponible para algunas salas.
Los precios de las boletas van desde RD$50 a 275 pesos en Caribbean Cinemas, mientras que los Palacios del Cine cuestan desde RD$50 a RD$550. Los valores fluctuarán dependiendo de la ubicación de los cines y si la película está en 3D o si la sala es VIP. Juan Carlos Martínez, ejecutivo de Producciones Coral, dice que “ir al cine es más que una experiencia. Los complejos ahora están en plazas confortables, bien ubicadas y además del público disfrutar de una película, ahora también hay otros atractivos”.
La cuota del cine nacional
Una época de película, y punto. Casi cuatro años en que el esplendor se manifestó para un negocio que en la década de los 80 y principios de los 90 fue mortalmente atacado por la piratería, cuando los estrenos en formato VHS con tres, cuatro y hasta cinco meses, antes de llegar al cine. “Hemos logrado más estrenos mundiales a nivel local que nunca antes, lo que motiva al cliente a ir al cine a verlos y no tener que esperar meses a que la película se estrene en el país”, argumenta Cordero.
El público no se conforma con menos, en términos de confort, y eso ha llevado a que las dos únicas cadenas de cines hayan impulsado un plan de remozamiento de los complejos más antiguos y en peores condiciones físicas frente a los nuevos y amplios espacios que están disponibles en el mercado en los últimos años. “Hemos tratado de reacondicionar las salas existentes sin afectar los precios”, comenta Zumaya. Para ella, este es un factor importante que se ha manifestado en un franco crecimiento de las ventas en el negocio. “El cine sigue siendo hoy en día una de las pocas opciones de entretenimiento familiar a precios asequibles a la clase media trabajadora y que tiene el poder de llegar a todos los públicos a través de las películas que proyectamos”.
El modelo sufrió cambios profundos porque el cinéfilo es “más exigente, busca entretenimiento de alto nivel y no se conforma con menos. Espacios amplios, bien iluminados y confortables”, señaló Juan Carlos Martínez. Palacio del Cine es propiedad compartida de los Corripio y los Turul.
Y el cine nada más no es películas. Desde el año pasado, Caribbean Cinemas inauguró las proyecciones del Metropolitan Opera, que la pasada temporada atrajo a más de 1,500 personas, “realmente la receptividad ha sido mejor de lo que nosotros esperábamos”, comentó Zumaya Cordero.
La cadena firmó un contrato de exclusividad con el MET cuya nueva temporada está prevista para iniciar en octubre, en los cines Acrópolis. “Asumimos esta iniciativa conscientes de que a nivel local se trataba de un nicho que tendríamos que cultivar, pues era algo muy innovador en este mercado”, dijo la ejecutiva de Caribbean.(Máximo Jiménez/El Caribe)
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