- El secreto es viajar ligero. Si consigues meter toda tu ropa en un equipaje de mano como el que lleva George Cloney en Up in the air:
una pequeña maleta compacta con ruedas y asidero extensible que no pasa
de los 55 centímetros de alto, el máximo permitido por la mayoría de
las aerolíneas si el viajero quiere llevarla consigo. Así te evitarás el
fastidio de facturar antes del despegue y la espera junto a la cinta
transportadora tras el aterrizaje.
En los viajes de larga distancia,
lo más probable es que tengas que facturar algún bulto. Estas
recomendaciones pueden ayudarte a que llegue sin contratiempos:
1. No
poner botellas ni objetos frágiles sin embalar.
2. No dejar sueltas las correas de los bolsos de viaje: se pueden enganchar en las cintas transportadoras.
3. No sobrecargar las maletas: pueden reventar al caerse desde los remolques de carga y desparramar su contenido.
4. Poner candados en los cierres de cremallera.
5.
Mejor una maleta rígida que una flexible. Un buen truco para evitar
robos es colocar el bolso de viaje dentro de una maleta ajada poco
atractiva.
6. Al igual que el equipaje de mano, el facturado pasa por un control de rayos X.
Respeta las recomendaciones respecto a contenidos peligrosos (líquidos inflamables, disolventes...).
7. Retira los antiguos marbetes de facturación, que pueden despistar y hacer que tu equipaje acabe en Cancún, y tú, en Roma.
8. Identifica la maleta con una etiqueta donde aparezca tu nombre completo y un teléfono, pero no tu dirección.
9. Revisa la maleta antes de salir al aeropuerto, no la dejes descuidada ni permitas que la manipulen extraños.
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NIURKA BAEZ,
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