Joseph Cáceres

El entrenador Matos no "mata", porque no da en el "blanco", pese a entrenar con Jenny Blanco

Dicen que el papel aguanta todo, pero las cosas que hay que ver y escuchar en la televisión rebosan los niveles del entendimiento y la comprensión.

Un entrenador de gimnasio  de apellido Matos que Jenny presentó, como parte de su realidad cotidiana  en su nuevo programa sabatino en Digital 15,  habló muy bien de la importancia del fortalecimiento de los músculos de los gluteos mediante ejercicios focalizados. Y debemos señalar que estuvo muy bien en sus consejos.

Pero se "guayó" cuando puso de ejemplo de mujeres que ejercitan esa parte del cuerpo  a Ibelka Ulerio, Betty Gerónimo, La Materialista y Nashla Bogaert, queriendo decir que sus atributos son naturales y que se deben a los  ejercicios que estas hacen, echando de lado la manipulación que la ciencia ha puesto a su servicio. ¡Si será!, como dice El Chavo.

Con excepción de Nashla, todas esas nalgas han sido procesadas, y es algo que ninguna puede negar.

Por qué ese afan de adulterar su naturaleza y pretender que se crea que nada ha pasado, cuando la moda es actualmente que las mujeres de todas las clases sociales recurran a implantes de silicón para agrandarse el trasero?.

Hoy días las mujeres pobres que se consiguen un templo lo primero que piden no es un carro, sino que les paguen cirugías estéticas después de haberse inyectado silicón en las asentaderas, que es lo primero.

Vamos a respetarnos, señor Matos. No se preste a desinformar, que de esa manera usted pierde credibilidad y de paso le hace perder confianza al centro donde usted ofrece sus entrenamientos.

Y que conste. Creemos que los implantes son parte de la modernidad de estos tiempos. 

Lo que criticamos es que se quiera jugar con la inteligencia de la gente, haciendo pasar como "originales" y "verdaderos" atributos que forman parte de la cosmética y la imagen de estos tiempos, con el agravante de que, algunas, hasta pelean e insultan a quienes se atreven a hablar de como de la noche a la mañana  dejan de ser gusanos y se convierten en mariposas, como parte de una metamorfosis inducida por la técnica y la ciencia.