Captan a
Georgina Duluc saliendo con su entrenador de gimnasio
Georgina Duluc se ha calentado de mala manera, a juzgar por lo que se está publicando en las redes sociales.
El portal Imágenes Dominicanas reseña quen el pasado viernes vieron a la Duluc entrando al cine de Diamon Mall en compañía del boricua Marcos Irrizarry, entrenador del gimnasio Fitness Factory, donde hacen sus entrenamientos famosos como Amelia Vega y Frank Perozo, además de Georgina.
A Irrizarry se le conoce por ello como "El Entrenador de los Famosos".
Se resalta que el entrenador boricua era el esposo de la reportera de televisión Laura Hernández, también puertorriqueña, quien guardó prisión junto a este, aquí en el país, acusados de tráfico de estupefacientes, por lo cual fueron enjuiciados en el 2002.
Ella fue excarcelada y emprende una nueva vida en su natal Puerto Rico, y él está en libertad condicional, hasta que se cumpla su condena a 10 años de prisión a final del 2012.
UNA ENTREVISTA EN EL NUEVO DIA DE PUERTO RICO
Ya fue enjuiciado, vivió las horas más
amargas de su vida, cumplió y comienza a retomar su ruta. Pero Marcos Irizarry,
el puertorriqueño arrestado por narcotráfico en República Dominicana en el
2002, no olvida ni por un instante los inmensos sinsabores que pasó tras verse
enredado en las garras del sistema penal dominicano.
“El sistema de justicia aquí no es el
mismo al nuestro. El proceso es largo y te conviertes en abogado para poder
entender lo que te está pasando”, dijo Irizarry, en una entrevista con El Nuevo
Día en el gimnasio Fitness Factory de esta capital, en el que trabaja como
administrador.
Antes de su arresto, Irizarry respondía
al perfil del narcotraficante que, según las autoridades dominicanas,
puertorriqueñas y estadounidenses durante la última década ha encontrado una
meca para sus negocios ilícitos en la República Dominicana, gracias a la
debilidad institucional y la corrupción en este país.
A sus 27 años, la vida de Irizarry en
el 2002 parecía un sueño: tenía su propio negocio, se codeaba con la farándula
y recién se había casado con la animadora de televisión Laura Hernández.
En el fondo, había otra cosa: Irizarry se dedicada a traficar grandes
cantidades de cocaína desde este país hacia Puerto Rico, usando embarcaciones
de lujo.
La doble vida se derrumbó en septiembre
de 2002: Irizarry y un grupo de puertorriqueños fueron arrestados en Santo
Domingo y acusados de haber intentado traer a Puerto Rico 70 kilos de cocaína
valorados en aquel momento en RD$7 millones en la calle.
Según las autoridades dominicanas,
Irizarry pensaba traer la cocaína hacia Puerto Rico en el yate Lady Liz, en el
que el grupo había llegado unos días antes a la República
Dominicana.
Entre los arrestados junto a Irizarry
estaba Hernández, quien entonces era animadora en Univisión y, tras ser
liberada en el 2005 fue la figura femenina del entonces popular programa No te
duermas. Irizarry y Hernández se habían casado poco antes en una fastuosa boda
que había sido cubierta por los medios de comunicación.
Además, fueron detenidos otras seis
personas, incluidas dos féminas. Dos de los detenidos, Edwin Adams Cotto y Arod
Levi III, murieron quemados en un devastador fuego que mató a 133 personas en
la cárcel dominicana de Higüey en marzo de 2005.
Irizarry, quien era propietario
de la tienda Vitaworld en Plaza Las Américas, cumplió su pena de reclusión en
el verano de 2010. Pero tiene que permanecer en la República Dominicana hasta
finales de este año terminando de cumplir la libertad condicionada que formó
parte de la pena de diez años que se le impuso en el 2002.
Trabaja de voluntario. Además
de trabajar en el gimnasio, Irizarry, quien se divorció de Hernández y se
convirtió al cristianismo durante su reclusión, hace trabajo voluntario en las
cárceles.
A sus 36 años y luciendo como en sus
mejores tiempos con su ropa deportiva, se sentó con El Nuevo Día, y expresó
sobre lo aprendido en este tiempo.
“Lo peor que se experimenta es la
distancia de tu familia. No se trata de comida ni ropa porque llega el momento
en que no quieres comer ni bañarte y la depresión te agobia”, narró.
Irizarry calificó como difícil el
sistema legal y las cárceles, tanto que los presos tienen que procurarse su
propia comida y medicamentos.
“Decidí ayudar a la sociedad dentro de
la cárcel sacando gente de la droga y enseñando en las escuelas que abrí”,
apuntó.
El Nuevo Día visitó la cárcel
Najayo Hombres y comprobó que las difíciles condiciones carcelarias que
describe Irizarry no le aplican a todos.
Los presos ricos -grandes
narcotraficantes y banqueros corruptos- viven como reyes aun dentro de la
cárcel, con celdas privadas, aire acondicionado, televisor y teléfonos
celulares. Además, tienen custodios que, a cambio de unos pesos, les sirven de
mayordomos, según pudo atestiguar El Nuevo Día. “Si tienes recursos la
vida en la cárcel es un poquito menos dura”, reconoció Irizarry.
Allegados a Omar Díaz Pabón, el
empresario puertorriqueño arrestado a principios de febrero bajo la acusación
de dirigir una organización internacional de narcotráfico, dijeron que éste
pasó los primeros días de su reclusión en una celda con otros 40 hombres, sin
cama y un solo baño.
Esa es la historia cotidiana de los
presos sin recursos: viven hacinados, sin comida apetecible y sin comunicación
al exterior.
Según varios reos, aquí las celdas de
los pobres están tan atestadas que al momento de dormir el suelo es el mejor
colchón mientras otros se amarran a los barrotes de metal para dormir de pie.
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