Los próximos Gazcue
Los Cacicazgos, Los Pinos, Julieta-Fernández y Los Ríos
Cada ciudad, en cada época, tiene
su barrio emblemático. Romántico, elegante, chic o distinguido, así fue
Gazcue en los siglos XIX y XX. Pero a todo barrio le termina su época
dorada y envejece. Si no se le deja transformarse, se deteriora y
languidece, se devalúa, se tuguriza y se produce el "white flight".
Gazcue hoy es un barrio envejecido, deteriorado, "protegido" pero
depreciado, obsoleto, venido a menos.
¿Qué ha ocurrido con Gazcue? Ha sido objeto de una especial "protección" dotado desde hace doce años de un reglamento especial, muy mal concebido porque se centró en la conservación sin renovación ni revitalización. Una normativa reactiva, restrictiva, no proactiva. Defendido por unas juntas de vecinos que, apoyadas por arquitectos conservacionistas lo salvaguardaron con bravura, pero le cercenaron sus posibilidades de transformación. Ahuyentaron a los promotores inmobiliarios.
Gazcue es el espejo en el que pronto se verán estos
otrora exclusivos sectores residenciales: Los Cacicazgos, Los Pinos,
Julieta-Fernández, Los Ríos. Su hora nona les está llegando. Los
procesos urbanos avanzan inexorablemente, "la dinámica urbana es
continua", las presiones urbanas buscan otros destinos cuando no
encuentran una salida o son encausadas con un urbanismo conciente y
realista, equilibrado entre el desarrollismo especulativo y el
"comunismo habanizante" paralizador de ciudades. No será la opinión
elitista de arquitectos o urbanistas crítico-teóricos, pero si es el
pensar de los propietarios y usuarios de las ciudades, cuando
tardíamente lo comprenden.
Estos futuros Gazcue, provistos de combativas e influyentes juntas de vecinos presionan y prefieren autoridades municipales lavimánicas o temerosas de perder el puestito o los voticos y se esfuerzan en mantener un estatus a todo costo. Queriendo preservar unas cualidades residenciales propias de un bucólico suburbio, dentro de una ciudad del tercer mundo, envuelta en un proceso monstruoso de crecimiento sin equidad y transformación, liderado por megaproyectos y con un sector informal que no descansa ni de noche, produciendo una periferia marginada que tarde o temprano le pasa factura a toda la ciudad.
Enormes fuerzas urbanas ejerciendo presiones que los propietarios de "barrios de ricos" desvían hacia otros lugares en desmedro de otros y en perjuicio de los que se le dificulta la movilidad social ascendente formal, honesta, legal. No así a los delincuentes del narco y el lavado, que tienen, a fuerza de papeletazos verdes en efectivo, el acceso a los condominios del lujo, para disfrutar de medidas de seguridad y codearse -o más que eso- con potentados de clase alta. Una lucha cuerpo a cuerpo de egos y bolsillos, dominando las fuerzas urbanas, el egoísmo engullendo el derecho al bienestar colectivo. Olvidando que la calidad del espacio colectivo garantiza el ambiente para la convivencia y la producción a todos.
A la larga esas juntas hacen un mal servicio, oponiéndose a los promotores inmobiliarios que transforman la ciudad, a sus propios vecinos, pues a vuelta de unos años, ganan aparentemente las batallas, pero salen perdiendo al final. Cualquier corredor inmobiliario neófito sabe que una residencia en los próximos Gazcue, es un muerto pesado difícil de vender y que, por el contrario, un apartamento en Evaristo o Piantini se lo quitan de las manos. Ahí están los resultados.
Se perdió el tiempo propicio, la burbuja inmobiliaria mundial se desinfló y el futuro no previene nuevas burbujas ni un volver "a todo como antes" sino un largo tedioso y lento proceso de estancamiento donde las poblaciones -lo saben bien japoneses y coreanos- se conforman con quedarse donde viven, gastar lo menos posible, no ostentar, ser parcas en sus gustos y vivir moderadamente. Aunque todo lo anterior atente contra los crecimientos económicos acelerados, que se vuelven "cosa del pasado". Estos son los procesos que ocurren a nivel mundial, algo que no queremos ni aceptar o analizar, queriendo creer todavía que somos y seguiremos siendo una excepción en el mundo.
Ya ni los narcorraices ni otros lavadores
querrán invertir sus non sanctus dólares en inmuebles que permanecerán
vacíos y cerrados, porque ni para alquilarlos habrá mercado. Estas son
lecciones de urbanismo que se aprenden dolorosamente, no las enseñan en
las universidades. Todo esto, los actores del mundo inmobiliario lo
saben y lo ven venir, pero lo callan(Diario Libre/Arq. Pedro Mena)
¿Qué ha ocurrido con Gazcue? Ha sido objeto de una especial "protección" dotado desde hace doce años de un reglamento especial, muy mal concebido porque se centró en la conservación sin renovación ni revitalización. Una normativa reactiva, restrictiva, no proactiva. Defendido por unas juntas de vecinos que, apoyadas por arquitectos conservacionistas lo salvaguardaron con bravura, pero le cercenaron sus posibilidades de transformación. Ahuyentaron a los promotores inmobiliarios.
Estos futuros Gazcue, provistos de combativas e influyentes juntas de vecinos presionan y prefieren autoridades municipales lavimánicas o temerosas de perder el puestito o los voticos y se esfuerzan en mantener un estatus a todo costo. Queriendo preservar unas cualidades residenciales propias de un bucólico suburbio, dentro de una ciudad del tercer mundo, envuelta en un proceso monstruoso de crecimiento sin equidad y transformación, liderado por megaproyectos y con un sector informal que no descansa ni de noche, produciendo una periferia marginada que tarde o temprano le pasa factura a toda la ciudad.
Enormes fuerzas urbanas ejerciendo presiones que los propietarios de "barrios de ricos" desvían hacia otros lugares en desmedro de otros y en perjuicio de los que se le dificulta la movilidad social ascendente formal, honesta, legal. No así a los delincuentes del narco y el lavado, que tienen, a fuerza de papeletazos verdes en efectivo, el acceso a los condominios del lujo, para disfrutar de medidas de seguridad y codearse -o más que eso- con potentados de clase alta. Una lucha cuerpo a cuerpo de egos y bolsillos, dominando las fuerzas urbanas, el egoísmo engullendo el derecho al bienestar colectivo. Olvidando que la calidad del espacio colectivo garantiza el ambiente para la convivencia y la producción a todos.
A la larga esas juntas hacen un mal servicio, oponiéndose a los promotores inmobiliarios que transforman la ciudad, a sus propios vecinos, pues a vuelta de unos años, ganan aparentemente las batallas, pero salen perdiendo al final. Cualquier corredor inmobiliario neófito sabe que una residencia en los próximos Gazcue, es un muerto pesado difícil de vender y que, por el contrario, un apartamento en Evaristo o Piantini se lo quitan de las manos. Ahí están los resultados.
Se perdió el tiempo propicio, la burbuja inmobiliaria mundial se desinfló y el futuro no previene nuevas burbujas ni un volver "a todo como antes" sino un largo tedioso y lento proceso de estancamiento donde las poblaciones -lo saben bien japoneses y coreanos- se conforman con quedarse donde viven, gastar lo menos posible, no ostentar, ser parcas en sus gustos y vivir moderadamente. Aunque todo lo anterior atente contra los crecimientos económicos acelerados, que se vuelven "cosa del pasado". Estos son los procesos que ocurren a nivel mundial, algo que no queremos ni aceptar o analizar, queriendo creer todavía que somos y seguiremos siendo una excepción en el mundo.
Y lo mismo le pasó a la Zona Colonial ¿verdad arquitecto?, llena de edificios viejos de cuando la colonia, Habanizado diría usted. Una catedral de piedra (diría usted) en pleno siglo 21 que atraso eh!.
ResponderEliminarPues no arquitecto, no es como usted dice, Miami es un ejemplo excelente de como conservar la arquitectura; de como hacerla rentable y beneficiosa; de como respetar los espacios y los valores; de como y donde crear zonas modernas de construcción vertical.
Es muy fácil irse al centro y verticalizarlo todo mamando de todos los servicios cerca y sobrepoblarlo con calles diseñadas para baja densidad y etc.
Lo que nunca se plantearon nuestros "desarrolladores" fue invertir en los terrenos rocosos del este (por ejemplo) y crear ciudades verticales al estilo de la natimuerta "Ciudad Modelo" de la Jacobo Majluta.
Aquí se entiende por urbanismo comprar casas y construir edificios sin ton ni son en vez de unir capitales comprar manzanas y crear verdaderos proyectos conjuntos, salvo casos excepcionales y especiales como "Las Praderas" y proyectos de Bisonó.
Alpha
(me sacaron de mi autoexilio)
Y sigo.
ResponderEliminarCreo que perdimos una excelente oportunidad de hacer del lado este una especie de "Brasilia", una ciudad nueva creada con conceptos urbanísticos modernos, verticalizada, prospera y en pujanza, dotada de todos los servicios ampliados y pensados para una densidad poblacional alta. Y todo porque nuestros arquitectos, urbanistas, constructores, etc. nunca encontraron la formula para desarrollar verdaderos proyectos conjuntos; y porque de parte de las autoridades no ha habido NUNCA continuidad de estado que permita establecer con claridad y disciplina férrea zonas urbanísticas y mucho menos preservarlas.
La ley de la selva, pero de concreto.
Alpha
Diache Alpha me quitaste las letras de las teclas! es verdad hay que conservar las estructuras antiguas para que nuestro pais no pierda su escencia! Si destruimos nuestros monumentos antiguos no tendremos historia.
ResponderEliminarNo ombe no los reglamentos son para los ciudadanos normales.
ResponderEliminarLos compañeritos del PLD han hecho una CATERVA de edificios en Gazcue.
Lo de las torres del Dominican Fiesta (antiguo CONCORDE) no progresó porque no habían los suficientes compañeritos metidos.
La idea sigue siendo rejoder a los tradicionales y a personas que ostentaban posiciones y posesiones honorables y bien ganadas, quebrarlos, quitárselas e imponer el nuevo orden de los desclasados.
El que escribe un disparate asi esta muy lejos de lo que en realidad significa el ornamento, la conservación arquitectónica y otros aspectos. A Gascue lo hah fuñido, entre el gobierno, colmado, lugares de cuererias, oficinas públicas, juzgados y una versa de consultorios, clínicas y una caterva de negocios de mierda y de ponca monta. Violan la ley al construir edificio de ocho pisos sin tomar en cuenta nada. Así que el que escribió este artículo que se dedique a sembrar maiz, porque demuestra conocer un carajo de la materia. Gascue, no Gazcue, como muchos escriben, hiede, ¿oyó?, Gascue hiede, carajo
ResponderEliminarQue pena que para urbanizar y para no quedar "OBSOLETO Y VIEJO " Los sectores emblematicos de las familias respetables y de historia de nuestro pais tengan que convertirse en mega-torres; perdiendo la esencia de nuestras casas victorianas de Gazcue. Yo estudie Diseno y fui amante de Gazcue por mucho tiempo, sus casas, sus arboles, su historia me hacian sentirme orgullosa de ser DOMINICANA. Es una lastima que nuestros actuales arquitectos no vean la belleza en lo antiguo y solo se dediquen a llenarse el bolsillo, olvidando aquello que nos convierte en DOMINICANOS.
ResponderEliminarQUE QUIEREN HACER CON LA REPUBLICA DOMINICANA? UN NEW YORK CHIQUITO QUE NUNCA PODRA SER, PORQUE PARA ESO SU SISTEMA POLITICO, LEGAL Y SOCIOECONOMICO TIENE QUE CAMBIAR, QUIEREN MODERNIZAR CON TORRES Y PLAZAS MILLONARIAS PARA OLVIDARNOS DE NUESTRAS RAICES. QUE DESENCANTO TAN GRANDE CUANDO UN PAIS PIERDE EL CONOCIMIENTO DE QUIEN ES Y DE LO QUE REALMENTE TIENE VALOR.
ASI MISMO DIRAN DE NUESTROS MUSEOS, ZONA COLONIAL, EL CEMENTERIO DE LA INDEPENDENCIA, O SEA TODO LO QUE ES VIEJO ES INSERVIBLE Y DIGNO DE ULTRAJE.
QUE LASTIMA QUE LOS DOMINICANOS ACTUALMENTE ESTAMOS PENDIENTES SOLO DE LAS DROGAS, LA POLITICA, LAS BOTELLAS, LAS CIRUGIAS, LOS LEXUS Y JEEPETAS Y LAS TORRES, LO DEMAS ES VIEJO, OBSOLETO Y DIGNO DE DESPRECIO.
ADONDE IREMOS A PARAR!!!!!l
patricia
Que pena que para urbanizar y para no quedar "OBSOLETO Y VIEJO " Los sectores emblematicos de las familias respetables y de historia de nuestro pais tengan que convertirse en mega-torres; perdiendo la esencia de nuestras casas victorianas de Gazcue. Yo estudie Diseno y fui amante de Gazcue por mucho tiempo, sus casas, sus arboles, su historia me hacian sentirme orgullosa de ser DOMINICANA. Es una lastima que nuestros actuales arquitectos no vean la belleza en lo antiguo y solo se dediquen a llenarse el bolsillo, olvidando aquello que nos convierte en DOMINICANOS.
ResponderEliminarQUE QUIEREN HACER CON LA REPUBLICA DOMINICANA? UN NEW YORK CHIQUITO QUE NUNCA PODRA SER, PORQUE PARA ESO SU SISTEMA POLITICO, LEGAL Y SOCIOECONOMICO TIENE QUE CAMBIAR, QUIEREN MODERNIZAR CON TORRES Y PLAZAS MILLONARIAS PARA OLVIDARNOS DE NUESTRAS RAICES. QUE DESENCANTO TAN GRANDE CUANDO UN PAIS PIERDE EL CONOCIMIENTO DE QUIEN ES Y DE LO QUE REALMENTE TIENE VALOR.
ASI MISMO DIRAN DE NUESTROS MUSEOS, ZONA COLONIAL, EL CEMENTERIO DE LA INDEPENDENCIA, O SEA TODO LO QUE ES VIEJO ES INSERVIBLE Y DIGNO DE ULTRAJE.
QUE LASTIMA QUE LOS DOMINICANOS ACTUALMENTE ESTAMOS PENDIENTES SOLO DE LAS DROGAS, LA POLITICA, LAS BOTELLAS, LAS CIRUGIAS, LOS LEXUS Y JEEPETAS Y LAS TORRES, LO DEMAS ES VIEJO, OBSOLETO Y DIGNO DE DESPRECIO.
ADONDE IREMOS A PARAR!!!!!l
Diste en el clavo ´trisha pero nada, eso que dices que es en lo que los dominicanos están pendiente, ¡es en lo que nos han puesto!
ResponderEliminarLos desclasados eso es lo que PRECISAMENTE quieren OLVIDAR como era ésto y cómo se vivía.
Los megalómanos que aspiran a crear mundos lo hacen para destruir lo que no les gusta o lo que recuerdan lo que eran para crear lo nuevo a su imagen.
Que error el de Baggi de regalar el poder. DEBIÓ DEJAR QUE PEÑA GANARA EN 1996!!
ILOVE YOU ALPHA, RAYMOND NJ.
ResponderEliminarY que urbanismo existe aqui ?.
ResponderEliminarSi los apartamentos mas caros deberian ser frente al rio Ozama (como en cualquier ciudad ) y en los cacicazgos, Mirador etc no deberian existir torres sino residencias y mansiones.O en nw york o chicago en las afueras los ricos viven en torres. Aqui es un disparate.