"Ted": el osito profano

Un osito de peluche que fuma marihuana, se va de juerga con prostitutas, se acuesta con estrellas de cine y abusa del lenguaje profano. Tal criatura solo podría cobrar vida en la retorcida, pero divertida mente del creador de “Family Guy”, Seth MacFarlane, en su debut directorial con “Ted”.

Si te gusta su programa animado probablemente también te guste esto: De muchas formas, “Ted” se siente como una versión con actores reales de “Family Guy”, con sus referencias a la cultura popular y un sentido del humor muchas veces inapropiado (MacFarlane escribió el libreto junto a dos de sus colaboradores de mucho tiempo en la serie, Alec Sulkin y Wellesley Wild).

Mark Wahlberg protagoniza como John, cuyo deseo cuando era un niño solitario en la década de los ochenta torna a su osito de peluche, Ted (MacFarlane), en un compañero parlante para el resto de su vida. Décadas después siguen siendo mejores amigos compartiendo un apartamento en Boston, aunque son un par de desajustados sociales.

John tiene un trabajo sin futuro en una compañía de alquiler de autos, mientras Ted pasa sus días fumando y bebiendo, disfrutando el espejismo de la fama como una rareza.

A pesar de ese vínculo infantil, John se las ha arreglado para entablar una saludable relación de cuatro años con la bella, exitosa y extremadamente paciente Lori (Mila Kunis, quien da voz a la extraña adolescente Meg Griffin en “Family Guy”). Pero en este punto algo tiene que cambiar y Lori presiona a John para que haga un compromiso más serio -y como crédito a favor de la película debemos decir que no la presentan como la típica mujer quejándose a la hora de hacerle el pedido-, pero John no está listo para dejar de lado sus cosas de la niñez.

Así que ese es el conflicto central de la película: John trata de complacer a dos figuras importantes de su vida a la vez, pero repetidamente los decepciona a ambos.

Una subtrama con el malicioso jefe de Lori (Joel McHale) y un esquema de un extraño padre (Giovanni Ribisi) que quiere secuestrar el osito se perciben más como relleno, aunque el personaje de Ribisi le añade un nivel adicional de locura al mundo de MacFarlane.