Mírenla aquí, fritangas como éstas, son las que les encantan al cantante Anthony Rios, para darse su "hartura", sin importarle que luego "lo mate el colesterol", como dice El Cata en uno de sus temas. Lo mismo que al Torito, al que le encantan unas orejitas. Lugares como este están vedados para las modelos y las reinas, que perderían el "glamour" si las atrapan "abrochándose" orejitas, lengua, morcilla, bofe, cadeneta, chicharrones, chuletas, tripitas, longaniza, rabo, hocicos, yuca, guineitos, tostones, yautía blanca, ñame. Aunque, las megadivas de ahora rompieron con ese tabú, y piden que las lleven a esos lugares, para "arrellanarse" con un viaje de fritura y una cola de 20 onzas, para luego eructar groseramente, porque muchas no tienen clase, y les sale el barrio, por más bonitas que sean. Todo esto forma parte de la dominicanidad: Los ambientes de las frituras, donde siempre hay un perro marcando su zona para impedir que otros lleguen al lugar. No se pierdan ese detalle...Siempre hay un solo perro, porque si son dos, hay problemas. Sociología popular...¡Ah!, fíjense en los bombillos, que no son de bajo consumo, porque como deben suponer, la conexión es de la calle, ya que el tipo no tiene contador. Y a lo que nada nos cuesta, ¡hagámosle fiesta!
viernes, 27 de julio de 2012
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