Cuando la tranquilidad viene
de tranca
Su eminencia reverendísima cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez volvió hace poco a poner de manifiesto su gran poder como gendarme de la zona colonial de la capital.
El gobernador Ovando de la época de la colonia era un
"chivito" en comparación con este jefe de la iglesia católica,
"comandante de todos los ejércitos de la Corona, del Vaticano, de la Santa
Inquisición y guía espiritual del pueblo dominicano".
Y decimos que puso de manifiesto su poder, porque en su afán
de restringir la diversión en la ciudad colonial, en una reciente batida contra
locales de entretenimiento, fue cerrado nada más y nada menos que Le Studio
Lounge, propiedad de una reputada fotógrafo artista, casada con un general de
la Policía Nacional experto en delitos informáticos.
Un lugar tranquilo, que no hace ruido ni molesta, dirigido a
un público contemporáneo de clase media, frecuentado por artistas,
intelectuales, profesionales y gente del medio, no por la chusma bullunguera y
arrabalera como acontece con otros establecimientos.
Sin embargo lo metieron en el saco de la batida que auspicia
el cardenal, y lgunos "vecinos" y lo cerraron.
Ya usted puede ver. Si eso le hicieron a un bar lounge de un
general, qué le dejan a los infelices dueños de establecimientos, a los cuales
clausuran no porque ciertamente sean un estorbo o alboroten a los vecinos, sino
porque sencillamente al cardenal
López Rodríguez se le ha metido en la cabeza que la zona colonial debe
continuar siendo una extensión del Panteón Nacional, donde descansan los restos
de muchos héroes y heroinas de la Patria.
Cómo pretender que la ciudad colonial se convierta en un
lugar de atractivo turístico, con "el general de la iglesia"
blandiendo su espada para cortar cabezas?.
En otros países los munumentos y zonas históricas comparten
de manera armoniosa su valor, con
establecimientos de entretenimiento y diversión regulados y bien reglamentados.
En el Viejo San Juan de Puerto Rico o Cartagena de Indias, en Colombia, puede usted encontrar un bar, un
restaurante de lujo, o una fonda, un billar, discoteca, o lounge, sin tantas
prohibiciones, limitaciones y "firifollas", como las que propicia e
impone nuestro cardenal, sin que nadie se atreva a decir nada, porque lo
estigmatizan.
Cierto es que hay que evitar los desbordes, sobre todo en
algunos establecimientos de juventud, donde a veces la muchachada se comporta
de manera desorganizada.
Pero no se puede hacer pagar a justos por pecadores.
Eso está hasta en las sagradas escrituras, señor cardenal.
Con el permiso de su Santidad, no seria mejor que comenzara a reparar los Monumentos antiguos que dan pena y es una lastima que esten en estado de ruina como lo vi el año pasado. Cardenal use sus influencias, en este sentido. Patrimonio de la humanidad.
ResponderEliminarEsa zona esta sobrecargada de chercha, ses como en un pueblecita de los ee.uu donde hay mas iglesia que gente; ahi hay mas cuereria, happy hour, bares, casas de citas y lounges que gente!!!!!!
ResponderEliminar!! Y la Zona Colonial es de este señor?, pertenece a La Iglesia?
ResponderEliminarLa zona colonial es un SANTUARIO de la cultura!!!!!
ResponderEliminarLa Zona Colonial merece mayor respeto y ma reverencia.
ResponderEliminarNunca la zona colonia deberia de convertirse en un nido de maricones, drogas, alcoholicos, ni de prostitutas.
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