Joseph Cáceres

¡Son unos bárbaros!

Y el Ayuntamiento del Distrito Nacional continúa permitiendo la practica malsana de los empleados de limpieza urbana que cortan la maleza en la franja del malecón de la capital.

Han hecho caso omiso a las críticas que se hacen al lugar donde se coloca la hierba cortada, que a más de dar un feo aspecto a una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, contribuyen a su deterioro.

Cómo es posible que se siga permitiendo que los desaprensivos cortadores de maleza la coloquen encima de la barandilla que fueron hechas como una división en el litoral y que a la vez sirven par que la gente se siente en ellas?.

Lo peor de todo es que toda es basura permanece por meses en el mismo lugar, y al final de cuentas, no la recogen, sino que la queman ahí mismo, destruyendo esa obra.

Un procedimiento bárbaro, que retrata de cuerpo entero a las autoridades edilicias del país.

¡Qué autoridades son estas, viurgen santísima!

Igual sucede con las palmeras del parque Enriquillo, a las cuales todavía les pintan el tronco de blanco, cuando los expertos y los botánicos desaconsejan esa práctica, debido a que la cal de la pintura contiene componentes tóxicos que dañan las plantas.

Cuánta falta hacen técnicos capacitados en los departamentos de higiene y de embellecimiento del Ayuntamiento del Distrito Nacional.

El grito de la comunidad se deja escuchar de uno a otro confín, mientas el fuíkiti síndico se hace el sordo, al igual que el colega José Miguel Carrión, vocero del ayuntamiento.