Joseph Cáceres

Un ladrón muy tranquilo y decente

MARIANO ABREU

Existe la creencia de que los atracos y asaltos van acompañados todos de  amenazas de pistolas, cuchillos, y otros tipos de armas.

Y no es así... Hay asaltos "lights", delicados, con buen trato y buenas maneras, como si los ladrones no quisieran estresar ni asustar a sus víctimas.

Son asaltos con "cero estrés", como el programa de Masa.

Uno así lo sufrió en tiempos pasados Mariano Abréu, de la empresa Imagen Pública.

Llegó a  la oficina donde laboraba. Ubicó su vehículo en el parqueo exterior que tenía asignado en el local de la empresa, y empezó a caminar para dirigirse hacia la puerta de entrada.

Un joven elegante, que conducía una motocicleta se detuvo y caminó hacia él. Iba bien vestido...

Se le quedó mirando de frente fijamente, y Mariano pensó que era una persona que le conocía.

Acto seguido, le quitó con delicadeza los espejuelos Cartier que llevaba puestos, le dio la espalda y se fue de lo más normal. Mientras caminaba hacia su su motocleta, sacó un pañuelo y limpió los cristales de los lentes. Se los puso, se montó, encendió motocicleta,  y se marchó, no sin antes mirar de reojo y dispensarle una sonrisita burlona a Mariano, como queriendo decirle "te jodí".

Mariano quedó petrificado, estupefacto, por el despojo tan decente de que fue objeto.

No faltaron después quienes criticaron su pasividad. El no haber hecho nada para evitar el atraco.

Quienes conocen de esos casos dicen que hizo lo correcto, pues es probable que si hubiera puesto resistencia, el "decente y educado ladronazo" hubiera hecho uso de algún objeto mortífero, de esos que a veces no  exhiben para no llamar la atención.