Noticias, medios, redes y morbo
Por Orlando Holguín
He dicho que éste era un país en el cual, si un ladrón se metía en un
patio, eso era casi una noticia. La digo porque lo viví. En una ocasión, un
ladronzuelo se metió en un patio de Gascue, llevándose unas ropas de unos cordeles.
Todo el mundo salió a investigar y a comentar el insignificante robo. Y estoy
hablando varios años después que ajusticiaron a Trujillo.
Mi abuela me acostumbró a escuchar noticas. El noticiario favorito de
ella era Noti Tiempo, mientras que el de una de mis tías cercanas lo era Radio
Mil. Las noticias trágicas no eran abundantes para la época. De ahí quizás sobrevino
que el Suceso de Hoy fuera todo un acontecimiento radial, puesto que llevaba al
oyente, de una manera muy peculiar, la ocurrencia de hechos muy asilados, generalmente
sangrientos.
programa contaba con la actuación y conducción de grandes
profesionales del teatro y de la radio.
Las cosas han cambiando con el inexorable paso del tiempo. El bombardeo
de los medios, la existencia de las redes y la facilidad con que las noticias se
propagan hoy día, han creado en parte de la población una ansiedad, una especie
de consumo excitante de hechos trágicos, donde la presencia del morbo está a
flor de piel. Y no es sólo saber qué ocurrió, sino que hay un tipo de “deseo”
oculto de que ocurra algo impactante. No me voy más profundo, porque esto debe ser
analizado por un profesional de la conducta humana, de lo cual no soy ni
aprendiz.
Tal vez es este “deseo” el que lleva a algunos vagos, individuos sin escrúpulos,
a poner a correr noticias desagradables en las redes sociales.
Para nadie es un secreto que en la actualidad hay noticiarios que se han
convertido amarillistas, término que
algunos utilizan, pero que no saben de donde proviene (incluyendo comunicadores),
ignorando también que en ese estilo estuvo involucrado el mismito Joseph
Pulitzer. Allí donde hay desgracia,
sangre, crímenes, muertes por accidentes, es donde los noticiarios, sobre todo
los de la tele, sacan su mayor provecho. Es más, hay noticiarios y programas ofreciendo
noticias muy desagradables (por su contenido sangriento) justamente al mediodía,
hora en que se supone que la gente está en una actividad casi sagrada: almorzando.
Y no estamos diciendo que no lleven la información, pero la explotación
del morbo, está haciendo que muchos se pasen de la raya, sin tomar en cuenta
quiénes están frente al televisor a una hora determinada, y sin por lo menos
avisar que el contenido que se verá es fuerte, o no adecuado para todos los
públicos (algunos lo hacen pero sensacionalismo incluido), como ocurre en la
televisión norteamericana, que los canales que transmiten espacios relacionados
con investigación de crímenes, asesinatos, catástrofes, etc., ponen al inicio un aviso sobre el contenido a
presenciar.
En cuanto a las redes y los vagos, no es extraño ver cómo alguien pone a
correr información sobre la muerte de personas que están incluso saludables,
algunas que están enfermas u otras que están en edad muy avanzada. Hay casos
muy frescos que involucraban a figuras que ya fallecieron. Ahora lo han hecho
con el artista Black Point, a quien le deseamos de todo corazón que se recupere
y que muera postrado en su cama, en una despedida causada por la longevidad.
Hay que ser muy vil e inconsecuente para llevar a cabo este tipo de acción, sin
tomar en cuenta a los familiares del afectado.
Cómo decía al principio, parecería que el público está hambriento, y al
levantarse desearía encontrar malas noticias, desgracias, hecatombes. Pero peor
aún: hay quienes no se acuestan hasta que no ven, en narraciones
estratégicamente presentadas, todos los hechos que ocurrieron en el día, para
luego irse a la cama con ese cúmulo de informaciones negativas, ya que la
balanza es que, por cada noticia positiva en este país, hay unas 20 adversas.
Pero no podemos culpar por ello a los noticieros, pues estos espacios pertenecen
al negocio de los medios y su objetivo siempre será llevar al público los
acontecimientos, hechos y noticias, aunque en ese contexto exista un una
intención clara de crear sensacionalismo, de hacer que la gente se quede viendo
el programa (de ahí que ponen una noticia “Hook”, es decir, un gancho). Y por
supuesto, ratings altos, facturación alta.
Por nuestro trabajo, debemos tratar de enterarnos de todo lo que pasa,
pero esa necesidad de información no nos va a llevar a irnos a dormir con
imágenes desagradables, con historias desgarradoras y con la muerte casi
haciéndonos compañía en la cama. Claro, al que le guste y lo disfrute, con agua
o con leche, y que le aproveche. Bastante tenemos con las enfermedades físicas,
para permitir también que se apoderen de nosotros las mentales.
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